El 2 de noviembre la Iglesia Católica celebra el Día de Muertos o Día de los Difuntos. Una celebración que tiene como objetivo orar por aquellos fieles que ya no se encuentras con nosotros en la vida terrenal. Y en especial, por aquellos que se encuentran en estado de purificación en el Purgatorio.
Su origen se remonta al 998 cuando el monje benedictino San Odilón de Francia comenzó con la celebración. Su idea fue adoptada por Roma en el siglo XVI y de ahí se difundió al mundo entero.
En México
En el país azteca la celebración tiene una relevancia especial. En el 2008 la Unesco declaró la festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de México.
Historiadores aseguran que el culto a la muerte en México no es nuevo. En ese sentido, los evangelizadores cristianos en tiempos coloniales aceptaron en parte las tradiciones de los antiguos pueblos mesoamericanos,5 fusionándolas con las tradiciones europeas, para poder implantar el cristianismo entre dichos pueblos; produciéndose el sincretismo cultural.
¿Cómo lo celebran?
La creencia popular es que las almas de los seres queridos que se nos fueron regresan de ultratumba durante el Día de Muertos. Por ello, se les recibe con una ofrenda donde se coloca su comida y bebida favorita, calaveritas de dulce y, si fuese el caso, juguetes para los niños.
En la televisión
La película de dibujos animados, “Coco”, fungió como embajador de este día en el mundo; ya que se dio a conocer gracias a su éxito en la taquilla . La película que rememora todas las tradiciones culturales de México, transmite la unión de la familia y a no olvidar a los seres queridos que fallecieron.
