En San Cristóbal, los choferes comenzaron a hacer cola el 30 de diciembre y cuatro días más tarde las estaciones de gasolina seguían cerradas, a la espera de aprovisionamiento.
La escasez de combustible se ha agudizado y la única alternativa que le queda a los desesperados usuarios es comprar 20 litros de gasolina al precio de 15.000 pesos (4.000 bolívares), en el mercado negro. O dormir en el carro.
Las pocas estaciones que poseían gasolina, se vieron completamente colapsadas y como suele suceder en los últimos meses, con conatos de reclamos por parte de los usuarios, ello por los actos de corrupción y cobro en pesos que realizaban autoridades policiales y militares para permitir el llenado de los tanques de los vehículos de los coleados.
Viajeros que arribaron a la ciudad para las festividades de fin de año, se vieron seriamente afectados para lograr gasolina, pues los llamados Tag, unos stickers que les permiten surtirse de gasolina de manera provisional, no les fueron entregados en los puntos de asignación, lo que les impidió retornar nuevamente a sus estados de origen Muchos que quedaron “varados” en la ciudad y a la espera que en los próximos días puedan llenar los tanques de sus carros.
Solo dos o tres bombas que surtieron gasolina en año nuevo y para evitarse la cola, los usuarios más afortunados pagaban hasta 30.000 pesos (8.000 bolívares) para acceder al punto de venta.