El aparato de LG, que saldrá al mercado este mismo año, tiene una pantalla 4K OLED de alta resolución que se enrolla sobre sí misma cuando está apagada y por tanto no ocupa espacio en el salón o la habitación en que se encuentre.
Por su parte, Samsung presentó un televisor con tecnología MicroLED de altísima resolución 4K y de 75 pulgadas, lo que representa una reducción sustancial del tamaño que este tipo de aparatos presentaban hasta la fecha y lo hace más fácilmente adaptable al hogar.
Ambas empresas, además, se sumaron a una de las tendencias que se están viendo estos días en CES: la de dejar atrás antiguas rivalidades para hacer productos y servicios compatibles entre sí, siendo uno de los ejemplos más ilustrativos la inclusión de AirPlay 2 de Apple entre los sistemas que pueden operar en los nuevos televisores de Samsung y LG.
Ahora bien el nuevo televisor de Samsung, de hecho, es extremadamente fino y tiene unos marcos prácticamente imperceptibles, que durante décadas Samsung ha liderado la innovación en cuanto a pantallas de última generación. Nuestra tecnología MicroLED se halla a la vanguardia de la próxima revolución en pantallas con monitores inteligentes y adaptables que sobresalen en todas las categorías, que durante la presentación el presidente de negocio de pantallas de la compañía, Jonghee Han comentó.
“Las imágenes producidas por MicroLED tienen una calidad similar a la de Oled, con la diferencia de que Oled usa componentes orgánicos y, por tanto, perecederos”.
La muestra de electrónica de consumo CES que se celebra estos días en Las Vegas (Nevada, EE.UU.) es la mayor del mundo y reúne a más de 180.000 personas.
Fuente: EFE