El diplomático Ernesto Araújo, no esconde su admiración por el presidente estadounidense, Donald Trump, y su contrariedad con lo que llama de “globalismo”.
Sus posiciones políticas las expuso en su blog “Metapolítica 17: “Soy Ernesto Araújo. Tengo 28 años de servicio público y también soy escritor. Quiero ayudar a Brasil y al mundo a librarse de la ideología globalista. Globalismo es la globalización económica que pasó a ser comandada por el marxismo cultural”, afirmó el canciller.
Araújo describe el “globalismo” al que se opone como un “sistema antihumano y anticristiano” y asegura que “la fe en Cristo significa luchar contra el globalismo, cuyo objetivo final es romper la conexión entre Dios y el hombre, para convertir al hombre en esclavo y a Dios en irrelevante”.
En una revista del Instituto de Estudios de las Relaciones Internacionales, el canciller considera que el nacionalismo defendido por Trump puede ayudar a salvar Occidente. Según él, el nacionalismo estaría en la esencia de Occidente y es un contrapunto al globalismo.
Araújo agregó que el nacionalismo no es una doctrina económica y política ni un proyecto de expansionismo sino un pan-nacionalismo y “una ansia por Dios”.
“Brasil necesita reflexionar y definir si forma parte de este Occidente”, afirmó al referirse a las ideas de Trump.
A la izquierda, a la que acusa de intentar contaminar la globalización, la describe en su blog como “una corriente política que quiere hacer de todo para que las personas no nazcan”: Odian tanto la libertad: la libertad económica, de pensamiento, de expresión… Por ello el PT, fiel al bello ideal socialista, odia el ser humano”, como lo han dicho algunos de sus ecologistas radicales, “lo ideal sería que la especie humano no existiese”, afirmó en su blog,
El canciller, diplomático con 29 años de carrera en el Ministerio se desempeña desde hace dos años como director del Departamento para Estados Unidos, Canadá y Asuntos Interamericanos de la cancillería.
Bolsonaro afirmó que designò a Araújo su canciller por su experiencia como diplomático durante 29 años, por ser un “intelectual brillante” y por su perfil y sus propuestas y que el objetivo del Ministerio de Relaciones Exteriores en su Gobierno será “incrementar los negocios con todo el mundo”, pero “sin tendencia ideológica”, y retomar la iniciativa para que Brasil “vuelva a brillar” en el panorama internacional.
Fuente: ANN