Según la historia, a San José Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María y custodio de la Sagrada Familia, fue un escogido de Dios que desde el principio recibió la gracia de discernir los mandatos del Señor:
“José, hijo de David, no temas tomar contigo a María tu mujer, porque lo engendrado en ella es del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” (Mt 1, 20-21).
El Papa Pío IX nombró a San José, en 1847, “Patrono de la Iglesia Universal”, celebrado cada 19 de marzo, para que así proteja ahora y defienda con su celeste patrocinio a la Iglesia de Cristo.
Es por ello el santo más cercano a Jesús y a la Santísima Virgen María, quien no era padre natural de Jesús (quién fue engendrado en el vientre virginal de la Santísima Virgen María por obra del Espíritu Santo y es Hijo de Dios), pero José lo adoptó y Jesús lo respetó como un buen hijo ante su padre:
Lo leemos en el versículo que se lee en Lucas sobre la anunciación del nacimiento de Jesús: “Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María” (Lc 1, 26-27).
La Iglesia Católica en Venezuela, así como en el resto del país, celebra el día de San José, el patriarca, el padre adoptivo de Jesús.
Es llamado “El Santo del Silencio” pues no se conocen palabras expresadas por él, tan sólo se conoce acerca de sus obras, sus actos de fe, amor y de protección como padre, responsable del bienestar de su amadísima esposa y de su excepcional Hijo. José fue santo desde antes de los desposorios.
Mediante el sacrificio total de sí mismo José expresa su generoso amor hacia la Madre de Dios, haciéndole “don esponsal de sí”. Aunque decidido a retirarse para no obstaculizar el plan de Dios que se estaba realizando en ella, él, por expresa orden del ángel, la retiene consigo y respeta su pertenencia exclusiva a Dios.
El crecimiento de Jesús “en sabiduría, edad y gracia” (Lc 2, 52) se desarrolla en el ámbito de la Sagrada Familia, a la vista de José, que tenía la alta misión de “criarle”, esto es, alimentar, vestir e instruir a Jesús en la Ley y en un oficio, como corresponde a los deberes propios del padre.
San José es el modelo de los humildes, que el cristianismo eleva a grandes destinos; san José es la prueba de que para ser buenos y auténticos seguidores de Cristo no se necesitan “grandes cosas”, sino que se requieren solamente las virtudes comunes, humanas, sencillas, pero verdaderas y auténticas.
En el ámbito nacional, diversas manifestaciones culturales que forman parte del legado histórico hacen honor a este santo, que por años ha formado parte de la idiosincrasia de los venezolanos. Una de las fiestas más tradicionales corresponde a la parroquia de Elorza en el estado Apure, y se realiza el día 19 de Marzo en honor al patrón San José. En los festejos se resalta la cultura local y la idiosincrasia de los habitantes de los llanos apureños. La fiesta es reconocida en el ámbito nacional e internacional, y en ellas destaca la música que tiene composiciones propias del lugar. Cada calle está identificada por el nombre de un artista folclórico venezolano.
En conmemoración a San José, en la ciudad de Maracay, se realiza la Feria de San José, la cual comprende, actividades como la misa rociera de San José, la elección de la reina y mini reina, actos deportivos, culturales, agrarios, eventos taurinos, presentación de artistas, desfiles, entre otras actividades que forman parte del acervo cultural de los maracayeros y las maracayeras.
Que san José sea para todos un maestro singular en el servir a la misión salvífica de Cristo, lo que en la Iglesia compete a todos y a cada uno: a los esposos y a los padres, a quienes viven del trabajo de sus manos o de cualquier otro trabajo, a las personas llamadas a la vida contemplativa, así como a las llamadas al apostolado.