Al menos 200 personas murieron y 450 resultaron heridas el domingo por ataques con bombas a tres iglesias y cuatro hoteles en Sri Lanka, dijeron autoridades, en el hecho más violento ocurrido desde el fin de la guerra civil hace 10 años.
Siete personas fueron arrestadas y tres oficiales de policía murieron durante un operativo de las fuerzas de seguridad en una casa en la capital del país varias horas después de los atentados, algunos de los cuales fueron catalogados por las autoridades como ataques de suicidas con bombas.
El gobierno declaró un toque de queda, bloqueó el acceso a la mayoría de las redes sociales y sitios de mensajería incluyendo Facebook y WhatsApp. No estaba claro cuándo se levantaría el toque de queda.
“Tenemos información de 207 muertos en todos los hospitales. De acuerdo a los datos hay 450 heridos admitidos en hospitales”, dijo a periodistas el portavoz policial Ruwan Gunasekera. El Papa Francisco condenó los atentados. “Me acabo de enterar con dolor de las noticias de los ataques”.
“Le encomiendo al Señor a aquellos que han muerto trágicamente y oro por los heridos y todos los que están sufriendo como resultado de este dramático evento”, agregó en su mensaje “Urbi et Orbi” ante decenas de miles de personas en el Vaticano.
Decenas de personas murieron en la iglesia católica de estilo gótico de San Sebastián en Katuwapitiya, al norte de Colombo, dijo a Reuters un oficial de la policía, con fotos que mostraban cuerpos en el suelo, sangre en los bancos y un techo destruido.
Los medios informaron que 25 personas fallecieron en otro ataque a una iglesia evangélica en Batticaloa, en la Provincia Oriental.
Una de las explosiones se produjo en la iglesia de San Antonio en Kochcikade, Colombo, un sitio muy visitado por turistas.
Los tres hoteles afectados fueron el Shangri-La Colombo, el Kingsbury Hotel en Colombo y el Cinnamon Grand Colombo. No estaba claro si hubo víctimas en esos lugares.
Las primeras seis explosiones fueron reportadas en un corto período justo cuando empezaban los servicios religiosos de la mañana. Entre los muertos hay al menos 27 extranjeros, de nacionalidad china, turca, india y holandesa, dijeron las autoridades.
El presidente Maithripala Sirisena dijo que ordenó el despliegue de las fuerzas especiales de seguridad y del Ejército para investigar la responsabilidad de los ataques. La seguridad en el aeropuerto de la capital fue redoblada, sostuvieron autoridades militares.
A primera hora de la tarde la policía informó que se habían producido dos explosiones más, una de ellas en un hotel. Un testigo dijo a la televisión local que vio algunas partes de un cuerpo, incluida una cabeza cercenada, tirada en el suelo cerca del hotel.
La segunda explosión ocurrió en una casa en Colombo, dijeron autoridades.
Nadie se adjudicó de inmediato la responsabilidad por los hechos de violencia en un país que estuvo en guerra durante décadas con los separatistas tamiles hasta 2009, una época en la que los ataques con bombas en la capital eran frecuentes.
Los grupos cristianos dicen que han enfrentado una creciente intimidación de algunos monjes budistas extremistas en los últimos años. En 2018 hubo enfrentamientos entre la mayoría de la comunidad budista cingalesa y la minoría musulmana, con algunos grupos budistas de línea dura acusando a los musulmanes de obligar a las personas a convertirse al Islam.
Un 70 por ciento de la población de Sri Lanka -de unas 22 millones de personas- es budista, un 12,6 por ciento hindú, un 9,7 por ciento musulmana y un 7,6 por ciento cristiana, de acuerdo al censo del país de 2012.
Fuente: Reuters