El obispo de Carora, Luis Armando Tineo, suspendió de sus actividades en las comunidades religiosas a 3 sacerdotes porque no están “en condiciones de obediencia a su legítimo superior ordinario”.
Se trata de los presbíteros Alberto Álvarez, José Gregorio Quero y Víctor Montero, quienes pertenecen a la Diócesis de Carora, capital del municipio Torres del estado Lara.
En la carta recibida por las congregaciones torrenses, enviada por monseñor Luis Armando Tineo, se lee que estos sacerdotes “no se encuentran en condiciones de plena comunión ni obediencia a su legítimo superior ordinario y por tanto no gozan de aprobación para desempeñar funciones de capellanes, presidir celebraciones penitenciales, ser confesores, predicadores de retiros espirituales, conferencistas ni animadores de eventos de formación cristiana […] mientras perduren en su actual y lamentable situación”.
Monseñor Tineo aclaró que las actividades que no pueden realizar los sacerdotes son extra parroquiales y que esta decisión se debe a que “los presbíteros han dejado sus iglesias solas en reiteradas oportunidades a la hora de las eucaristías, no acatan a los llamados de la feligresía para celebrar entierros, visitar enfermos y atender las necesidades de las comunidades parroquiales”.
La otra versión del conflicto
Los religiosos rechazaron esta acusación, aclarando que han aceptado las direcciones y nunca las han desobedecido, a pesar de que califican varias disposiciones “preñadas de absoluta inmisericordia humana”.
Por otra parte, un grupo de sacerdotes hizo un comunicado público donde manifiestaron que el obispo ha falseado la verdad y usa la descalificación como arma destructiva en contra de quienes han trabajado por más de seis años en condiciones de dificultades económicas y sociales.
“…el uso de calificativos denigrantes por parte de nuestro obispo a la idiosincrasia nuestra de ser de caroreños, que no renunciamos por nuestra condición de sacerdotes […] un trato peyorativo a nosotros sacerdotes llamándonos “curas cimarrones”, acompañó estos duros años”, se lee en el comunicado.
Disputa por donaciones de Caritas
Los 18 sacerdotes que firmaron el comunicado informaron que monseñor Luis Armando Tineo envió una solicitud a la oficina nacional de Cáritas para que no enviaran recursos a las iglesias del municipio Torres, sino que todas las recibiera de forma directa.
“Lo poco que ha llegado las ha recibido él y ha mandado a distribuirlas de forma discrecional”, explican en el texto.
Sobre algunas decisiones controvertidas, hablaron sobre el padre Beto, quien tiene discapacidad motora y no puede servir en comunidades de difícil acceso. A pesar de esta condición de salud, el obispo de Carora lo envió a lugares alejados, con suelos intrincados, donde su estado físico ha empeorado.
Propuesta de conciliación
Monseñor Tineo dijo ante los medios de comunicación ha declarado que está dispuesto a solventar con diálogo y sin amenazas esta controversia.
Aclaró que cuenta con el apoyo de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), a quienes puso el cargo a la orden y no fue aceptado, por lo tanto expresó que continúa “siendo el obispo de Carora”.
“No hay odio, no hay rencor, no hay violencia, no hay desprecio. Usted es el Obispo hasta que el Santo Padre lo disponga, así lo acatamos. Pero le pedimos que sea Pastor, que sea Padre, que no sea inquisidor, que no sea perseguidor…”, expresaron los sacerdotes al final del comunicado.