El hipismo en su acepción de la carrera de caballos pura sangre puede estar entrando en su fase crítica. Diversos medios están dando a conocer los métodos científicos y las torturas que algunos propietarios y entrenadores ponen en uso para hacer de sus potros y ejemplares adultos, verdaderos campeones.
El mundo se está enterando que la corridas de toros se quedan en pañales ante el sufrimiento que padecen muchos de estos ejemplares, en todas partes del mundo.
El escándalo subió de temperatura esta semana al conocerse que la cifra de caballos muertos en el hipódromo de Santa Anita, localizado en Arcadia, California, Esados Unidos, asciende a 29.
Dos caballos murieron en dos días seguidos, pero los manejadores del espectáculo decidieron continuar con la programación que empezó en diciembre y culminará a finales de este mes.
Truffalino sufrió un colapso al final de la tercera carrera del domingo y un vocero cercano a la pista informó que el ejemplar de tres años murió a consecuencia de un infarto al corazón.
El día anterior a este episodio, Formal Dude se desvaneció cuando llegaba a la meta, durante la décima carrera. Formal Dude fue eutanasiado horas más tarde.
Las protestas del público y de las entidades defensoras de los derechos de los animales no se han hecho esperar.