El vicealmirante retirado Rafael Huizi Clavier, exdirector de la Escuela Naval y exsegundo comandante de la Armada, recordó que el país atravesaba por una crisis multidimensional y el grupo de insurrectos liderado por el llamado líder de la revolución bolivariana había estado conspirando desde hace 10 años. Fue la crónica de un golpe anunciado, afirmó, porque muchos sabían que la confabulación estaba en marcha y se unieron factores que contribuyeron a que los militares intentaran derrocar al presidente Carlos Andrés Pérez.
El intento de golpe de Estado que lideró Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992 fue la primera estocada mortal contra la democracia en Venezuela. El vicealmirante retirado Rafael Huizi Clavier, exdirector de la Escuela Naval y exsegundo comandante de la Armada, así lo afirmó en una entrevista con El Nacional desde España, donde está exiliado.
Ese día, hace 30 años, un grupo de militares insurrectos pretendió derrocar al entonces presidente Carlos Andrés Pérez, pero el líder de la revolución bolivariana debió aceptar después el fracaso y rendirse ante la opinión pública. En ese momento surgió su popular frase “por ahora”, que sus seguidores han usado a lo largo de los años como una bandera de triunfo y con la que, además, celebran esa acción golpista.
Eran cinco tenientes. Además de Chávez, el complot lo lideraron Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos, Jesús Miguel Ortiz Contreras y Jesús Urdaneta.
Chávez ya venía conspirando
“El 4 de febrero es un aciago para la democracia en Venezuela, para un sistema que venía funcionando desde 1958 y que ya estaba desgastado. El país pasaba por diferentes crisis: económica, social, política; y este grupo de militares, que venía conspirando 10 años o 12 años atrás, insurgió pese a que fue la crónica de un golpe anunciado. Muchos sabían que la conspiración estaba en marcha y se unieron factores que contribuyeron a que los militares intentaran ejecutar el golpe”, manifestó el vicealmirante retirado.
“Eso, para mí, fue mortal para la democracia. Porque ya la democracia estaba siendo cuestionada y las mismas Fuerzas Armadas tenían sus problemas después de la crisis del Caldas (1987). Había grupos de intelectuales y civiles que también estaban conspirando o, por lo menos, le hacían carantoñas al golpismo o a la conspiración”, agregó.
Huizi Clavier, autor del libro Indignidad. Génesis e historia de una afrenta a la patria y sus instituciones (2021), señaló que uno de esos grupos fue el de los notables, encabezado por el escritor y periodista Arturo Uslar Pietri, críticos del segundo gobierno de Pérez. También había otro conformado por reconocidos militares.
“Ellos tenían todos un seudónimo de acuerdo a la misión que tenía cada uno en ese grupo, que no era conspirativo, pero se reunía y tenía un propósito. Me imagino que sería llegar a los altos mandos de las Fuerzas Armadas. Eran oficiales muy brillantes. Vicealmirantes, generales de división y de brigada, y en ese grupo había algunos militares que tuvieron un comportamiento dudoso el 4 de febrero, como Ramón Santelíz Ruiz”, manifestó.
Defenestración de Pérez
Recordó que el Caracazo (1989) dejó al país en un estado de inestabilidad social y política. Fue, enfatizó, una herida profunda en la democracia y se completó con los dos golpes de 1992. El segundo ocurrió meses después, el 27 de noviembre, y, aunque también fracasó, significó el comienzo de la defenestración del presidente de la República.
“Su propio partido Acción Democrática se puso de acuerdo con los notables, que actuaron también. Y hubo personas que tuvieron un papel importante en la destitución y en el juicio del presidente Pérez por malversación. El fiscal general de la República, el doctor Ramón Escovar Salom, que fue el fiscal acusador, era de los notables. Afortunadamente fui testigo de excepción. En el libro llego a la conclusión de que hubo una confabulación”, dijo.
El perdón de Caldera: un error
El 12 de febrero de 1994 el entonces presidente Rafael Caldera puso en libertad a los militares y civiles involucrados en los golpes fallidos de 1992, entre ellos estaba incluido Chávez. En su momento, Huizi Clavier no lo criticó, pero sí el sobreseimiento de los juicios porque no se aplicaría una medida ejemplarizante a los responsables de esos intentos.
“Fueron golpes cruentos, no solamente hubo muertos, hubo hazañas, los mismos militares se ensañaron contra sus propios compañeros y las instalaciones militares. Todo eso terminó con la democracia y tenemos las consecuencias ahora porque salieron en libertad, sobre todo Chávez, y les perdonaron el delito”, manifestó.
Huizi Clavier, quien en ese momento era inspector general de las Fuerzas Armadas, dijo que respetó la decisión del expresidente Caldera, quien no consultó con el alto mando militar la liberación de los golpistas.
“Era un tema delicado. Porque cuando se es leal a la democracia, se combate, neutraliza y derrota al golpista, que está yendo contra la Constitución, que se está alzando en armas que le da la República para defender la República, que es la única misión que tienen los militares, ¿qué van a decir quienes defendieron la democracia? Puedes dar los argumentos que quieras, que había presión, que era necesario pacificar al país, pero hubo militares que defendieron la democracia y corrieron riesgos. Hubo además militares que murieron defendiendo la Constitución”, manifestó.
Chávez y el “por ahora”
“Hubo un proceso de aliviar la presión que había después del golpe, y se redistribuyeron los soldados, los mandaban a otras unidades. Muchos tenientes que fueron engañados dieron sus testimonios, antes de regresar a los cuarteles fueron rotados, pasaron por un proceso de inducción en el Ministerio de Defensa, con un grupo de abogados, psicólogos y militares. Se les dijo que fue un delito grave contra la República, un delito militar de los más graves. Uno les dio su charla de inducción para que se dieran cuenta de que fue un error y el que no cometió el delito, el que fue el engañado, salió en libertad”, recordó.
“Creo que se debió perdonar, estoy de acuerdo con el perdón”, expresó.
El vicealmirante retirado dijo que cuando se rindieron todos los golpistas, después de que Chávez soltó su famoso “por ahora”, había aproximadamente 3.000 soldados detenidos. No había capacidad para detener a tanta gente. Se habilitó, entonces, el Cuartel de San Carlos, en Caracas, y los uniformados que no tenían responsabilidad, que fueron llevados bajo engaño, estaban presos en las unidades militares del Ejército.
Huizi Clavier lamentó que no hubo sanciones ejemplarizantes.
“Estuve de acuerdo con que se perdonaran. Pero se debió sancionar a los cabecillas, hacer una selección y los siete u ocho tenientes coroneles que dirigieron el golpe de Estado. Debieron seguir sus juicios, haber imputados, porque ninguno fue imputado. Eso fue otra cosa incomprensible. Ellos se aferraron a un derecho, a no ir a la fiscalía, entonces nadie los podía obligar. Esos militares jamás fueron esposados, jamás fueron humillados, respetamos sus derechos. Ese fue el trato que le dimos a esos militares. Lo pueden decir los que viven, Diosdado Cabello, Francisco Arias Cárdenas. Yo mismo me reuní con sus esposas, visitaba las cárceles, iba a San Carlos para ver si estaban bien, si estaban bien atendidos. Eso no lo hacen ellos. Ellos ahora torturan a los militares, y los matan. Está el caso del capitán Rafael Acosta Arévalo. Pienso que eso fue en el fondo un error y se debieron seguir los juicios, después del 27 de noviembre (cuando ocurrió el segundo intento de golpe de Estado) se hicieron juicios y los anularon también. Fui magistrado del Tribunal Supremo de Guerra, junto a tres compañeros, dictamos sentencias por la vía de juicios extraordinarios, juicios de guerra, culpables, y todos esos juicios los anuló la Corte Suprema de entonces, hoy Tribunal Supremo de Justicia”, añadió.
Bolívar “reencarnó” en Chávez
El discurso de Nicolás Maduro con frecuenta está centrado en los presuntos intentos de golpe de Estado en su contra. Sin embargo, el chavismo concibe el 4 de febrero de 1992 como un día en el que Chávez una “rebelión que la juventud militar protagonizó contra la tiranía” de Carlos Andrés Pérez. Vanagloria el golpismo del llamado líder de la revolución bolivariana.
Vladimir Padrino López, ministro de Defensa de Maduro, afirmó el 1 de febrero pasado que el Libertador Simón Bolívar reencarnó en Hugo Chávez el 4 de febrero de 1992. De esa forma el chavismo intenta hacer su propia versión de los hechos.
“Bolívar vino decantando de generación en generación, muchas veces desvaneciéndose, pero otras resurgiendo de las cenizas. Uno de esos resurgimientos fue precisamente el 4 de febrero en manos de nuestro comandante Chávez hace 30 años. La dignidad. Y por eso es que el 4 de febrero quedó para siempre como el día de la dignidad nacional”, afirmó el funcionario durante el foro Celebración del histórico 4F de 1992, que se desarrolló en el Teatro de la Academia Militar, en Caracas.
#EnVideo📹| Vicepresidente Sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, @vladimirpadrino reseñó que Bolívar reencarnó el 4F-1992 en el comandante Hugo Rafael Chávez Frías, por ello se escogió esa fecha como "Día de la dignidad nacional".#CuídateDeLaCovid19 pic.twitter.com/4ISPi55QQp
— VTV CANAL 8 (@VTVcanal8) February 1, 2022
Huizi Clavier, exembajador de Venezuela en Grecia y Portugal entre 1995 y 1999, afirmó que los venezolanos saben la realidad de lo que ocurrió hace 30 años. Un día en el que se cometieron errores que se pudieron haber evitado.
“Es la épica desesperada. Padrino López está llevando políticos, a los mismos golpistas, al auditorio de la Academia Militar. Los institutos militares son sagrados. Esos son jóvenes están en proceso de formación y les llevan políticos para hablar de la gloria del 4 de febrero. No sé si se lo creen, quizá sí, porque han pasado tantos años y esta generación militar de ahora, y la que ha hecho su carrera durante estos 23 años, por supuesto que ha recibido un lavado cerebral profundo. Ellos (el chavismo) tratan de cambiar la historia y escribir su propia historia, que comienza con el intento de golpe”, afirmó.
“Padrino quería lucirse. Entonces inventó eso de que Bolívar reencarnó en Chávez. Es un irrespeto al Libertador. El nombre del Libertador lo han usado para un proyecto político autoritario, que ni siquiera es democrático. La idea de Bolívar era de libertad y de democracia. Ese discurso irrespeta la memoria del Libertador. Y eso no lo cree nadie. Todo el mundo sabe cómo está el chavismo. Ellos van a celebrar sus 30 años del 4 de febrero. Nosotros, los que tenemos voz y que podemos expresarnos, tenemos el deber de escribir para contrarrestar esa avalancha”, expresó.
El vicealmirante retirado dijo que la situación actual de Venezuela no puede compararse con la crisis de ese entonces. En aquella época, afirmó, había una democracia probada, que tenía sus imperfecciones y sus problemas, pero el país avanzaba y tenía cierta estabilidad y crecimiento económico que le permitía a las personas tener calidad de vida.
“Eso era democracia, quienes se insurgieron contra la democracia fueron ellos. Los argumentos sobre la intentona del golpe de Estado, si se revisan, hoy estamos peor de lo que ellos decían. Todo agravado”, agregó.
“Los procesos totalitarios necesitan íconos, referencias. Es así la dictadura. Al dictador hay que hacerle culto, a la personalidad hay que hacerle culto, desde que llegó Chávez al poder ese ha sido el culto. Principalmente a Bolívar y ahora a Chávez, y después vienen las consignas políticas y el proselitismo político en los cuarteles”, expresó.
La segunda estocada
Huizi Clavier aseguró que la segunda estocada mortal que se le dio a la democracia fue el 2 de febrero de 1999, cuando Hugo Chávez se juramentó ante “la moribunda Constitución” en el Congreso de la República, de mayoría opositora.
El vicealmirante retirado preside el Frente Institucional Militar, fundado en el año 2000, está actualmente exilado en España. Salió de Venezuela porque el régimen lo acusa de terrorismo, conspiración, homicidio frustrado, traición a la patria y asociación para delinquir por su presunta participación en un intento de golpe de Estado contra Maduro en 2019.
“Este nuevo intento de golpe evidencia la falta absoluta de horizonte de un sector que adversa al Estado. A estos sectores no les gusta el debate político, quieren bañar de sangre al país, socavar la estabilidad democrática y sembrar el caos”, señaló el 27 de junio de ese año Tarek William Saab, fiscal general de la República.
Huizi Clavier dijo que en su libro dejó abierta la posibilidad de una transición militar y democrática. Es inevitable que haya un nuevo país, afirmó.
“Ahora, sí creo que nosotros hemos estado durante 23 años en el Frente Institucional Militar consecuentemente, ininterrumpidamente, con nuestros comunicados y siempre dirigidos a los militares, para que mantengan la unidad y la dignidad. Los militares que se atrevieron a decir algo hoy están presos. Acosta Arévalo lamentablemente murió torturado. Son militares para mí dignos, no bajaron la cabeza. Actuaron o dijeron algo y ahí están las consecuencias. La Fuerza Armada se sigue hundiendo y convirtiendo en una corporación que hace todo menos defender a la patria”, expresó.
“Hay que recordar y hacer énfasis en el 4 de febrero como la primera estocada mortal que se le dio a la democracia. Cambiaron muchas cosas. Después vino lo demás, que fue la crisis política, la salida del presidente Pérez, la transición y el gobierno del presidente Caldera que terminó con la elección de Chávez y todo lo que sabemos de Chávez para acá. Pero hay que dejar siempre una esperanza. Estando aquí, sometido a los rigores del destierro, que son duros para todos, no pierdo las esperanzas de que podamos ver un cambio”, expresó.
Debe construirse una plataforma unitaria
El militar dijo que debe construirse una plataforma unitaria, con o sin Juan Guaidó, quien es reconocido por al menos 50 países como presidente interino de la República. Espera que el próximo 12 de febrero, Día de la Juventud, que los ciudadanos se movilicen en respuesta al llamado de la dirigencia de oposición, a pesar de saber el poder que tiene el régimen chavista y de los riesgos que existen de terminar presos y torturados.
Huizi Clavier recordó que entre los años 1990 y 1991 comenzaron a movilizarse militares y civiles que “fueron armando un rompecabezas” porque el 4 de febrero de 1992 había un tablero comandado por Chávez. “Hay cosas muy interesantes en el libro, lo recomiendo. No porque me dé algún beneficio económico porque eso está en Amazon, pero es un libro de historia basada pasada, presente y futura, que es bueno que lo lean los venezolanos y, sobre todo, ojalá los militares pudieran tener acceso a él”, finalizó.
Con información de: El Nacional