Un cargamento de petróleo Liza de Guyana partirá para un viaje poco frecuente a Europa a principios de abril, posiblemente estimulado por los participantes del mercado mundial que buscan suministros alternativos al crudo ruso, en medio de la guerra de Ucrania.
La estadounidense ExxonMobil ha programado al buque cisterna «Suezmax Homeric» para viajar desde Guyana a Europa a partir del 3 de abril con un cargamento de crudo liviano, según los informes de la naviera. El petrolero vacío está actualmente en tránsito hacia la plataforma (FPSO) Liza Destiny después de haber descargado recientemente en la refinería Tutunciftlik/Izmit del refinador turco Tupras, según Vortexa.
La mayor parte del crudo medio dulce de Liza ha sido exportado a Estados Unidos y Singapur desde que ExxonMobil comenzó la producción en el bloque Stabroek de aguas profundas en diciembre de 2019. Un pequeño volumen fue a Europa por primera vez en noviembre de 2021, cuando se cargaron menos de 10.000 barriles para su entrega en el Reino Unido, probablemente como parte de un envío más grande para Singapur que se vendió el mismo mes, según un análisis de los datos de aduanas citado por la agencia especializada Argus.
El primer cargamento completo de Liza con destino a Europa desembarcó en el puerto español de Cartagena en diciembre en el buque Suezmax Front Idun, que contenía aproximadamente 1 millón de barriles.
El Liza suele tener una gravedad de unos 32°API y un contenido de azufre inferior a 0,6%, según un ensayo de crudo hecho público por ExxonMobil.
– ¿Y Venezuela? –
Mientras Guyana inicia esta corriente de exportación a Europa, en medio de un entorno bélico que ha disparado los precios, Venezuela sigue a la espera de que el gobierno de Estados Unidos habilite a Chevron, la única petrolera norteamericana que aún queda en el país con negocios mixtos con Pdvsa, a operar a plena capacidad, en función de conseguir un incremento de producción.
Washington se acercó a Caracas con el interés de tener un contacto directo con el gobierno de Nicolás Maduro, cuya legitimidad aún no reconoce, no solo con el fin de tantear un posible arreglo que facilite el suministro de crudo venezolano, sino de intentar socavar la alianza del régimen chavista con Rusia, a través de la reapertura del mercado occidental.
Diversas fuentes dicen que se realizará una nueva reunión entre representantes de la administración de Joe Biden y Nicolás Maduro, ya que habría otra decena de empresas estadounidenses interesadas en entrar al negocio petrolero en Venezuela, pero hasta ahora no hay indicios claros sobre la concreción de un eventual acuerdo.
El gobierno de Maduro ha venido cuestionando la actividad de ExxonMobil en Guyana, debido a la reclamación venezolana sobre el territorio Esequibo, la cual el ejecutivo guyanés pretende zanjar a través de un veredicto de la Corte Internacional de Justicia, en lugar de regresar a las negociaciones directas como pide el régimen venezolano.
La expectativa de Guyana, un pequeño país que tiene una de las economías de mayor crecimiento del planeta, en función del tamaño de su población, es producir cerca de 1.000.000 de barriles diarios de crudo en los próximos cinco años, una meta que para Venezuela -que reivindica las mayores reservas de crudo del mundo- sigue siendo esquiva.