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Leclerc se impuso en Australia con un ritmo arrollador

Un Gran Premio de Australia que prometía una lucha entre Charles Leclerc (Ferrari) y Max Verstappen (Red Bull), terminó siendo un completo monólogo del piloto monegasco, quien lideró las 58 vueltas de carreras, se quedó con el punto extra del giro más rápido y sigue dominando cómodamente el campeonato luego que el neerlandés volviera a sufrir problemas técnicos y abandonara la carrera.

Como si esto no fuera poco, el conductor de la escudería italiana también consiguió el primer Gran Slam (Pole position, victoria, vuelta más rápida y liderar todo el Gran Premio) de su carrera, hecho que solamente 25 pilotos habían logrado anteriormente en toda la máxima categoría del automovilismo.

Leclerc está haciendo que los fanáticos del Cavallino Rampante recuerden viejos y buenos tiempos que tuvieron a principios del siglo, cuando dominaron con mano de hierro la F1 por cinco años gracias a un pletórico Michael Schumacher que ganó cinco títulos mundiales.

Pasando a las acciones dentro de la pista, desde que se apagaron los semáforos, Max Verstappen pasó al ataque del «poleman», quien tuvo una excelente partida y pudo aguantar el embate del vigente campeón del mundo.

Lewis Hamilton es quien pudo sacar mayor provecho de la largada, pues superó tanto a Lando Norris como a Sergio «Checo» Pérez para colocarse momentáneamente tercero y quedarse dentro del podio durante un largo rato.

Aunque no todo fue una buena noticia para Ferrari. Carlos Sainz, compañero de Leclerc, no tuvo un buen arranque de competencia y luego de dos giros tuvo que abandonar la contienda por cometer un error y quedar atrapado en la trampa de leca del circuito Albert Park en Melbourne, Australia.

Este hecho llevó a que el auto de seguridad hiciera su primera aparición, pero era muy temprano en la carrera como para que este pudiera llegar a influir, tanto en los pilotos como en las estrategias de los equipos.

Luego del relanzamiento, Leclerc retomó su buen ritmo para alejarse en cada vuelta de «Mad Max» y no darle oportunidad. Llegando al ecuador de la carrera, nuevamente el safety car tuvo que intervenir debido al choque de Sebastian Vettel contra la pared de la curva cuatro que dejó varios destrozos en la zona.

Fue en ese momento cuando se produjo el único leve atisbo de que podía haber pelea en la punta, cuando Leclerc cometió un pequeño error en la largada que le permitió al piloto de Red Bull abordarlo en la recta principal hasta ponersele a la par.

Sin embargo, el de Mónaco defendió la cuerda de la curva para poder doblar primero y de allí en adelante prosiguió el solo del de Ferrari hasta el final.

Si ya todo parecía sentenciado, sobre la vuelta 41 las esperanzas de los fanáticos neerlandeses que se hicieron presentes en el circuito se desvanecieron, pues su principal estrella presentó nuevamente inconvenientes en su RB18, tal como en la carrera debut de Baréin, y tuvo que dejar estacionado su auto en la salida de escape de la última curva cuando se percató que estaba comenzando a salir fuego del motor.