Un reciente informe realizado por Ecoanalítica reveló que durante el mes de marzo 48,4% de los pagos realizados en establecimientos comerciales en Caracas fueron hechos en dólares. Esta cifra representó un descenso de 11,4 puntos porcentuales en comparación con lo registrado en octubre del año pasado, cuando se alcanzó 59,8%.
Esta disminución en la dolarización de la capital se debe principalmente a la entrada en vigencia del nuevo impuesto a las grandes transacciones financieras.
«Esto pareciera estar influenciado por un mayor monitoreo y fiscalización de las operaciones realizadas en divisas (en este caso, en la región capital), en línea con los intereses del Ejecutivo de recaudar mayores rentas y aprovechar la importancia del dólar en el sistema de pagos», señaló Asdrúbal Oliveros, director de la empresa de análisis macroeconómico.
Con estos datos, Caracas resultó ser la ciudad menos dolarizada en el país, en contraste con otras grandes ciudades como Maracay, donde los pagos en dólares se situaron en 50,1%, y Barquisimeto, donde se registró 50,9%.
En cuanto al signo monetario y los métodos de pago, del total de las 10.346 transacciones que se efectuaron en 131 establecimientos de Caracas, 60,1% fueron realizadas en bolívares, 34,9% en dólares, 4,2% en euros, 0,7% en criptomonedas y 0,1% en otros signos monetarios.
En la encuesta, que abarcó una muestra de 131 establecimientos en Caracas con un registro de 10.346 transacciones, se obtuvo que 4.126 de ellas se realizaron en divisas, lo que fue equivalente a 39,9% de los pagos durante el período de estudio.
Para los pagos en divisas, el estudio arrojó que el método más utilizado fue el efectivo, con 52,1%, Zelle y otras transferencias con 35,4% y las tarjetas internaciones con 9,4%.
“La falta de mecanismos operativos y de sistemas de compensación bancaria en divisas en el país sigue elevando el interés de los caraqueños por usar divisas en efectivo. Note que ese uso no mermó aun con el IGTF en plena vigencia”, escribió Oliveros en Twitter.
Explicó que las tendencias de los principales indicadores macroeconómicos favorecen la dolarización, a pesar de que transaccionalmente su uso haya disminuido. En el caso de los precios, el anclaje a divisas se da en más de 90% de los mismos.
