Recientemente, el canciller designado del gobierno de Gustavo Petro, Álvaro Leyva, se pronunció sobre la frontera colombo-venezolana y afirmó que esa reapertura -que se veía pactada- no se realizará el próximo domingo 7 de agosto, día de la posesión del presidente electo.
Por tal motivo, en días pasados, Leyva sostuvo un encuentro en el estado Táchira, territorio vecino del departamento de Norte de Santander, con el gobernador Freddy Alirio Bernal en el Palacio de los Leones de la ciudad de San Cristóbal, sede de la administración.
Los pobladores de las zonas aledañas a la frontera estaban esperando con gran expectación la reapertura y reactivación económica y fronteriza que ha sido fuertemente afectada, no sólo por la pandemia, sino por los cuatro años de relaciones casi nulas entre el gobierno del presidente saliente Iván Duque, y el presidente bolivariano, Nicolás Maduro.
el canciller determinó que ante las expectativas que se tienen frente a que la frontera sería reabierta el próximo 7 de agosto, sostuvo que a esa fecha aún no sería posible, pues faltan muchos ejes por tratar para que sea algo positivo y eficaz.
“No, eso no es automático; se tienen que intercambiar embajadores y demás, pero definitivamente se va a hacer. Hay que normalizar las relaciones, son alrededor de dos mil 200 kilómetros”, aclaró Leyva.
La Cancillería venezolana destacó que, luego de la ruptura de relaciones diplomáticas en 2019, Petro “abrió el canal de diálogo para iniciar el restablecimiento de los vínculos binacionales”.
“Los cancilleres expresaron su voluntad de avanzar en una agenda de trabajo para la normalización gradual de las relaciones binacionales a partir del próximo 7 de agosto, con el nombramiento de embajadores y demás funcionarios diplomáticos y consulares”, recalcó el canciller designado.
Por otro lado, Carlos Faria, canciller de la República Bolivariana de Venezuela, anunció que se acordó el establecimiento inmediato de los embajadores que representarán a ambos países, junto a los equipos de los diferentes consulados.
“Hemos conversado, acordado y estado en coincidencia con el hecho de que debemos ver con cuidado y trabajar en pro de la paz y la seguridad en nuestra frontera. Hablamos de la apertura gradual de la frontera, aspecto que va a beneficiar de manera directa e inmediata a nuestros pueblos”, agregó Faría.
A menos de setenta y dos horas de la posesión presidencial, Gustavo Petro no ha terminado por definir el cuerpo diplomático que lo acompañará en los cuatro años de gobierno.
Por ahora, sólo se conoce el nombramiento de Isabel Zalabata como embajadora de Colombia ante la ONU; y aún no es oficial el nombre del exsenador Armando Benedetti como embajador de este país en Venezuela. Asimismo, surgió el rumor que apunta a que la internacionalista Laura Gil se convertiría en la nueva vicecanciller en el gobierno de Petro.
En ese orden de ideas, el propio ministro de Relaciones Exteriores designado envió un mensaje a la opinión pública: “Los cargos en el exterior serán provistos preferencialmente con funcionarios de la carrera diplomática. Si no para qué existe”, se preguntó.
El anuncio de Leyva cayó bien en el Pacto Histórico. Al menos, el presidente del Congreso, David Racero, dijo que desde hace años “he venido dando la batalla para que los cargos en el servicio exterior sean ocupados por personas idóneas, y que sean parte de la carrera diplomática y consular”.
Con información de Semana