El anuncio por parte del Gobierno venezolano sobre la construcción del Gran Centro Turístico del Caribe, en la isla La Tortuga, encendió las alarmas de distintos grupos ambientalistas y ciudadanos de todo el país debido al alto impacto ambiental que podría tener este proyecto.
Por esta razón, el equipo de El Pitazo en la Calle invitó a Joaquín Benítez Maal, especialista en desarrollo sustentable y director de Sustentabilidad Ambiental de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab), para indicar el impacto ambiental del proyecto en la isla La Tortuga.
Para Benítez, la idea de desarrollar el turismo en La Tortuga no es completamente negativa, siempre y cuando se haga de la manera correcta al reducir el impacto ambiental en la isla. Sin embargo, el proyecto planteado por el Estado venezolano le genera serias dudas al invitado, pues podría afectar gravemente el ecosistema.
El especialista recordó que el Gran Centro Turístico del Caribe incluiría la construcción de 10 hoteles de lujo, 3 campos de golf, 1 aeropuerto internacional y 1 puerto capaz de recibir cruceros u otras grandes embarcaciones. No obstante, la viabilidad del proyecto se pone en tela de juicio al no hacer las consideraciones necesarias.
Respecto al impacto, Benítez listó ocho preocupaciones ambientales que existen alrededor de este proyecto, aunque explicó que existen otras adicionales:
- Las aguas servidas: que pueden generar grandes problemas de contaminación de aguas marinas si no se tratan correctamente.
- Las plantas desalinizadoras: que podrían dañar los suelos marinos si sus subproductos (altamente salinos) no se depositan correctamente.
- Las granjas eólicas: que serían la opción de generación energética más lógica y amigable con el ambiente, afectarían el vuelo de las aves migratorias y locales de la isla.
- Los pozos sépticos: como alternativa para procesar los desechos humanos son viables inicialmente, pero con el paso del tiempo colapsarán y contaminarán el ambiente.
- El puerto: pondría en riesgo los arrecifes coralinos y las lagunas costeras (con manglares) de la isla, pues solo podría instalarse en el sur de La Tortuga. Además, los puertos son grandes contaminantes del agua marina.
- El aeropuerto internacional: generará problemas de contaminación sonora y lumínica, especialmente durante la noche.
- La actividad humana en las costas: podría impactar gravemente la nidificación de las tortugas marinas, poniendo en riesgo su reproducción y supervivencia. En la isla hacen vida y anidan cuatro de las cinco especies de tortugas marinas registradas en Venezuela.
- La vigilancia ambiental: que debe ser estricta para reducir el impacto, pero los organismos ambientales del país han demostrado que no cumplen con sus labores de protección.
Con información de El Pitazo