El monumento natural Montecano, ubicado en San José de Cocodite en la Península de Paraguaná en el estado Falcón, sufrió siete incendios desde el mediodía del jueves 1 de septiembre.
El incidente afecta al menos 50 hectáreas del lugar y tiene a unas 75 personas de diferentes organizaciones en el sitio intentando controlar el fuego, que presumen iniciaron quienes se dedican a la extracción ilegal de la miel de abejas.
Jenifer Revilla es la única guardaparques que resguarda el lugar y desde este jueves reportó el hecho. Al lugar acudieron 37 personas entre guardaparques, bomberos forestales, Protección Civil municipal, dos coordinadores del monumento natural Cerro Santa Ana, ubicado en el municipio vecino, el grupo Gryco con el apoyo de algunas personas con logística y la fuerza aérea.
La tarde del viernes, 2 de septiembre, se sumaron 34 personas más de los bomberos de Carirubana, los encargados de atender los copos de los arboles encendidos y los lugares a donde es difícil el acceso, como los bosques espinosos. Hasta entonces no habían podido controlar cuatro de los siete incendios porque están muy altos, algunos alcanzan 1.5 metros.
Posibles responsables
Dos testigos observaron cuando personas ajenas al lugar salían por la zona de El Pizarral con baldes llenos de panales de abeja, por lo que se presume que hayan sido los responsables del hecho. Revilla detalló que estas personas usan gasolina y encienden los lugares cercanos al panal y así alejan a las abejas para poder llevárselo.
«Lo hacen y lo dejan encendido, el fuego se va expandiendo y arrasa con todo a su paso. Actualmente hay zonas muy secas por la fuerte sequía a la que ha estado sometido el monumento natural. No es la primera vez que esto sucede, incluso han acabado con la cría de abejas que, a su vez, son las que polinizan las plantas. Aquí estamos trabajando con las uñas, pero no dejaremos de rescatar nuestros espacios», afirmó.
Este es el segundo ataque de incendios en lo que va de año que causan quienes quieren llevarse la miel pura de abejas y el décimo en los últimos años. Esta vez en el Cerro Cano, Pizarral y una zona cercana del área militar. Fue afectada toda la vegetación, las aves migraron del lugar y las otras especies irán a los caseríos cercanos a buscar refugio.
«Las comunidades cercanas han colaborado apagando el fuego cerca de sus casas, pero el viento está en contra y por eso es más difícil apagarlo, incluso se convierte en remolinos. El llamado es a la población que está en los alrededores de Montecano a que no vaya a matar los animales, ya que muchos se van a acercar a sus hogares en busca de refugio, salvarse y cuidarse. Empezarán a salir cunaguaros, guiritos, zorros, serpientes, aves, reptiles en el monumento y por ello deben resguardarlos, ellos no causan ningún daño», aseguró Revilla.
¿Qué es Montecano?
Según la historia era conocido como Cerro Cano. Fue declarado Patrimonio Natural del municipio Falcón en 1995, luego pasó a ser Patrimonio Natural y Ecoturístico del estado en 2003 y por último, el 22 de abril de 2019, en la conmemoración del Día de la Tierra, el gobernante Nicolás Maduro lo declaró Monumento Natural para preservar la invaluable riqueza ecológica del espacio.
Cuenta con 1.600 hectáreas, que tienen delimitados los senderos y nueve estaciones para el descanso de quienes deciden conocer la flora y fauna únicas del lugar. Hay nueve microcuencas muy necesarias para la supervivencia del ecosistema.
Jenifer Revilla es la única guardaparques del lugar, aunque están entrenando grupos de niños y adolescentes de voluntarios, también esperan la adjudicación de más cargos a través del Instituto Nacional de Parques (Inparques) para ampliar el trabajo en la zona.
Revilla aspira llevar educación a las escuelas y comunidades que están alrededor del parque para incentivar el cuido, conservación y rescate de Montecano, porque muchas personas, aunque son nativas de la localidad, desconocen la importancia de este monumento de la naturaleza.
También reconoce que es importante la educación para que los habitantes de las comunidades sepan de los animales que habitan en el lugar y cómo devolverlos a su hábitat en caso de que lleguen a sus hogares. Esto ha pasado y por miedo, las familias matan la especie sin conocerlas.
Según lo informado por Revilla, el monumento recibe muy poca ayuda, solo quienes lo visitan y quieren dejan un obsequio. Además, recibieron donaciones de madera de la Corporación para la Inversión Turística en Paraguaná (Corpotulipa) para construir los bancos que se tienen en las nueve estaciones, pero no cuentan con el personal que construya las bancas.
Sin embargo, entre los voluntarios y el personal del lugar recogen semillas para resembrar y han mantenido los senderos limpios y señalizados para evitar que algún visitante se pierda.
Con información de El Pitazo