El secretario general de Sutralúmina Bolívar aseguró que el calcinador con filtros averiados fue reparado y que la fuga persiste porque la semilla de alúmina no permanece el tiempo suficiente en los tanques de precipitación.Por Laura Clisánchez/ Correo del Caroní
11 días han transcurrido desde que iniciaron las emisiones de alúmina calcinada provocadas por una falla de arranque y avería de filtros del único calcinador que está funcionando en CVG Bauxilum.
Aunque a través de un comunicado emitido el 8 de septiembre la estatal aseguró que solventaría la fuga lo más pronto posible, las emisiones del también llamado óxido de aluminio persisten, aunque no se dispersan hacia la comunidad de la misma forma que en días anteriores por el cambio de dirección del viento.
Las adyacencias de la empresa continúan llenas del polvo blanco.
Antonio Seijas, ingeniero químico, explicó que el remanente de partículas es, probablemente, de 10 micrones de tamaño (PM 10), es decir, partículas consideradas como polvo en suspensión, y de ahí su facilidad para penetrar los alveolos pulmonares y causar estragos en el sistema respiratorio en caso de inhalación prolongada.
Silvano Moreno, presidente del sindicato Sutralúmina Bolívar, informó que los filtros del calcinador fueron reparados en el transcurso de la semana, y aseguró que la fuga continúa porque la alúmina no permanece el tiempo suficiente en los tanques de precipitación y por lo tanto llega al área de calcinación fuera de parámetro o muy fina. Esto por la premura que hay de alimentar las celdas de CVG Venalum.
“El calcinador se arregló, se repararon los filtros. Está echando un poco de material fino hacia la chimenea, pero no como antes, y eso es porque aún la alúmina está muy fina. Para poder crecer, la semilla de alúmina tiene un tiempo de residencia en los denominados tanques del área de precipitación, ese tiempo debió ser de entre 10 y 12 días, pero para cumplir con el pedido a Venalum, ese tiempo se redujo a la mitad”, explicó el dirigente sindical oficialista.
Un extrabajador del área declaró en anonimato, que los filtros no funcionan como deberían porque las tarjetas electromagnéticas deberían retener el material fino que sigue permeando en la chimenea.
“Hace un año, Bauxilum paró la producción para solventar algunas fallas. Lo que no entendemos es por qué en este momento insisten en producir en estas condiciones”, dijo.
El profesor Antonio Seijas, ingeniero químico, explicó que el remanente de partículas es, probablemente, de 10 micrones de tamaño (PM 10), es decir, partículas consideradas como polvo en suspensión, y de ahí su facilidad para penetrar los alveolos pulmonares y causar estragos en el sistema respiratorio en caso de inhalación prolongada.
“Eso está en el aire, lo respiramos a diario”
La alúmina calcinada no se considera una sustancia peligrosa per se, pero la inhalación prolongada del material provoca daños en el sistema respiratorio y neurológico, así como irritación en piel y ojos, especialmente en personas con patologías pulmonares de base, señala la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La fuga arropó a más de siete sectores de Puerto Ordaz ubicados en el eje Atlántico y avenida Paseo Caroní, desde el lunes 5 de septiembre. Los afectados (comunidad y obreros de la planta que trabajan con implementos mínimos de seguridad) reportaron síntomas como alergia, dificultad respiratoria e irritación en piel y ojos.
CVG Bauxilum no consideró la salud y seguridad de la población ni de sus trabajadores al ordenar el arranque del calcinador en malas condiciones e infringió las Normas de calidad del aire y control de la contaminación atmosférica establecidas en el decreto Nº 638.
Es por eso que la Comisión Permanente de Ambiente, Ecología y Desarrollo Agrario del Concejo Municipal de Caroní pidió a la presidencia de la instancia la apertura de una investigación a fin de determinar responsabilidades por la fuga de alúmina calcinada y los daños que pudo provocar en materia de salud pública.
Fuente: Correo del Caroní