El inigualable Mario Moreno – Cantinflas – visitó Maracaibo en los años 1943, 1957 y 1969. Su carisma se apropió de los escenarios del teatro Principal y del Baralt.
En la cuenta en Instagram Maracaibo Histórica relatan que en 1943 Cantinflas estuvo en la plaza Baralt. Aprovechó su estadía en el hotel Victoria, en el casco central de Maracaibo, para realizar compras en los alrededores.
“Él se midió un traje en la sastrería de Carlos Espina (en el centro) y recorrió brevemente la plaza Baralt”, lugar donde generó toda suerte de emociones.
¡No lo podía creer!
Sobre aquella primera visita del comediante azteca a Maracaibo, existen valiosos testimonios, como el de Hada Morales.
Ella tuvo el privilegio de compartir con el exitoso comediante. “Yo tenía 15 años… Era la taquillera del teatro Principal. Sabía que Mario estaría en el Zulia, pero no me imaginé que él iba a mi lugar de trabajo. A mediodía escuché el rumor. ¡No lo podía creer! Corrí a preguntar y, efectivamente, me confirmaron que estaría dando un show especial en la noche”.
Aquella visita revolucionó la ciudad. El aeropuerto de Grano de Oro se convirtió en una especie feria popular. “Todos fueron a recibirlo. No cabía un alma más”, recuerdan los historiadores.
“Fue un desastre hasta para entrar al teatro. Maracaibo se paralizó. Era la locura. Parecía una procesión del ‘montonero’ de gente que había”, explicó Morales al ser consultada.
“Después de vender todos los boletos me metí por la parte de atrás. La emoción de ver a Cantinflas me tenía el corazón acelerado (…) Hablé con él afuera del escenario. Grité su nombre y de inmediato volteó. Me respondió en tono maracucho: ‘¿Cómo estai?’ Conversamos y nos pareció una persona muy decente, muy correcta, muy amable… agradable. De todo hacía un chiste y eso lo hacía encantador».
Hasta bailó con Cantinflas
“Su espectáculo, pautado para las 8:00 de la noche, duró una hora. Bailó e hizo gracias con su típico humor. En medio del alboroto, él hizo unos pasos de baile y le dije: Yo sé bailar eso. Fue ahí cuando me invitó a subir a la tarima y bailamos. Estaba muy emocionada. ¡Imaginate, era Cantinflas”.
Mario Moreno Cantinflas prometió volver a Maracaibo y lo hizo 14 años después. En agosto de 1957 vino invitado por el doctor Pedro Iturbe, director del hospital Antituberculoso y la industria Pampero. Participó en festivales a beneficio de dos instituciones y cantó con el artista zuliano Armando Molero el domingo 30 de junio de ese año.
En 1969 Cantinflas hizo su último viaje a Maracaibo. El 4 de diciembre se trasladó a la ciudad para estrenar la película Un Quijote sin mancha, acompañado de la actriz zuliana Lupita Ferrer en el Teatro Baralt. Las entradas costaban tres bolívares, cinco veces más de lo que valía un boleto regular.
Con información de Maracaibo Histórica y texto de Nayib Canaán