Venezuela registra la tasa más alta de embarazo precoz entre los países de Suramérica, con 101 nacimientos por cada mil mujeres de 15 a 19 años. Sobre esta situación la Coordinadora de Proyectos de la fundación Proyectos Mujeres, Emily Reyes, reveló que a partir del 2018 se dieron cuenta que una de las principales causas de ausentismo escolar era el embarazo en la adolescencia.
Reyes explicó que durante la pandemia a muchas de las niñas y adolescentes les fue asignado por parte de sus cuidadores el trabajo doméstico en medio de un ambiente familiar violento. Para salir de estos lugares, las afectadas veían como opción más viable irse con su novio, pareja o cualquiera que les ofreciera salir de allí, lo que motivó a qué muchas de ellas terminarán embarazas.
A partir de la necesidad de escapar de estos lugares abusivos muchas veces con parejas que doblan o triplican la edad de la adolescente, “quedan embarazadas por la falta de educación sexual el cual se supone que deberían tener en sus hogares”.
En segundo lugar, las adolescentes más afectadas son la que viven en comunidades vulnerables donde la pobreza se ve reflejada cuando “hay gente que ofrece (su cuerpo) como un intercambio por necesidad de comida”, detalló Reyes.
Agregó que las cifras evidencian la falta de acceso a educación sexual, donde “el problema no es solo el embarazo, es el duelo (que viven las madres adolescentes) durante la crianza”, aseguró Reyes.
Niñas Visibles
Ante la falta de espacios para acceder a información vinculada a los derechos sexuales y reproductivos, Proyecto Mujeres ejecuta su programa “Niñas Visibles” en los espacios escolares.
Sobre está iniciativa la coordinadora de Comunicaciones, Verónica Barboza, destacó que han desarrollado talleres sobre sexualidades sanas, prevención del embarazo precoz, el uso de anticonceptivos y cómo vivir una sexualidad de manera sana y no con tabú y talleres vinculados a la menstruación.
Con información de Radio Fe y Alegría
