La madre del adolescente del cual sólo se sabe que se llama Raúl, aseguró que su hijo de catorce años de edad, quien fue imputado el pasado jueves por el femicidio de la pequeña Franyelis Véliz, habría tenido antecedentes agresivos y delictivos cuando vivía con ella en el barrio 5 de Agosto de Puerto Cabello.
La señora Yelitza Rodríguez, de cincuenta y tres años, abrió la puerta de su humilde vivienda al equipo de Notitarde y reveló que en una ocasión, cuando el actual adolescente era tan solo un niño, la agredió en respuesta de un regaño.
“Yo le había pegado y él también me dio unos manotazos. Sin cuchillos, ni palos, nada de esas cosas”, aclaró para desmentir los rumores de que el joven la había atacado con anterioridad usando un arma blanca.
Hace tres años, el joven estuvo involucrado en el robo de una cesta, un juego de ollas y una mano de cambur que estaban en la casa de una vecina del sector.
“Se metió en otro problema con niños de la comunidad. Entraron en una casa y se llevaron unas cosas. La vecina vino hasta acá y dijo que iba a llamar a la PTJ. En ese momento le dije a Raúl: ‘Usted y los demás que hicieron eso van a devolver todo. Vamos hasta allá y vamos a entregar todo porque a mí no me van a llevar presa por culpa tuya’. Y así fue. No hubo necesidad de ir a la Policía porque la señora lo que quería era que le devolvieran sus cosas”.
Otros antecedentes del adolescente en Tronconero
Raúl nunca le dio buena espina a Francisco Pinto, pareja sentimental de la abuela de la pequeña de cinco años que fue violada, asesinada y arrojada a un pozo séptico en Tronconero.
Pinto fue testigo de otro evento donde el muchacho intentó apropiarse de un móvil. “Desde que lo conocí supe que era mala conducta. Una vez dejé mi teléfono cargando en casa del ‘Chino’, un vecino del callejón, y él lo agarró y lo metió para el cuarto. Cuando me di cuenta le pedí que lo volviera a colocar donde estaba”.
A un adolescente de la calle también le habría quitado el teléfono. Joan, de dieciséis años, relató que en una oportunidad tuvo que perseguir a Raúl en bicicleta para que le devolviera su teléfono en compañía de Carlos, el hermano menor de Franyelis.
“Él dizque iba a la farmacia a las 3 de la madrugada y Carlos y yo nos pegamos atrás para que nos devolviera mi celular. Después de eso no lo queríamos en el callejón. El papá dijo que iba a reunir el pasaje para llevárselo con la mamá, pero pasó el tiempo y no entendimos por qué se quedó aquí”, comentó el menor.
Madre del adolescente pidió evaluación psiquiátrica para su hijo
Varios conocidos del imputado por el asesinato de la «Purri” consideran que el jovencito nunca ha estado en sus cabales. Quienes tuvieron la oportunidad de compartir con él aseguraron que tenía una personalidad retraída, diferente a la del resto de los muchachos de su edad.
“Él era calladito, no hablaba con nadie, pero eso sí, era bastante observador. Andaba con la cabeza agachada pero estaba pendiente de todo. También era extraño que no se dejara tomar fotos. Se escondía de las cámaras”, describió Maribel González, prima de la pequeña víctima.
Al parecer, el agresor de la niña tenía conductas evasivas desde el colegio, donde tenía muchos problemas. Se pudo conocer que Raúl no asiste a ninguna institución educativa desde hace dos años y el último grado que cursó fue el quinto de primaria, de acuerdo con lo indicado por la madre.
“Las maestras lo regañaban mucho porque les metía ‘lepes’ a sus compañeros. Entonces se salía de la clase y se venía para la casa. Cada vez que lo regañaban por algo él prefería venirse”.
Yelitza consideró que pese a su forma de proceder, su hijo no era una persona violenta y sus actitudes se debían a “cosas de muchachos”. “Lo único que le molestaba mucho era que se metieran con sus cosas, especialmente con su ropa, que le gustaba tener siempre limpia”, puntualizó.
Aprovechó para solicitar que a su hijo se le realicen exámenes psiquiátricos, pues sospecha que Raúl pudo haber sido afectado neurológicamente en su infancia por una amebiasis agravada y un ataque de asma que le provocó una convulsión. Además, dio a conocer que el menor ya ha sido consultado por una psicóloga desde que fue aprehendido.
“Tanto él como yo hemos sido evaluados. Yo no sé si mi hijo tiene un problema mental, pero la psicóloga dijo que necesita ayuda y que van a continuar las sesiones con él, aunque recordemos que no es lo mismo un psicólogo que un psiquiatra”.
Continúan las averiguaciones del caso
Los detectives de la Policía Científica continúan en las averiguaciones de la muerte de la niña del callejón La Gracia de Dios de Tronconero.
Extraoficialmente se conoció que Ramón Soto, alias el «Maracucho”, habría sido liberado, mientras que Jessica Rodríguez, madre de la criatura que fue arrojada al pozo séptico de su casa tras ser violada, golpeada y apuñalada, está privada de libertad por orden del Juzgado Primero de Primera Instancia en Materia de Delitos de Violencia del Tribunal Supremo de Justicia del estado Carabobo.
Los funcionarios que llevan el caso no han proporcionado información respecto al ciudadano Noel Oropeza, alias el «Guajiro”, quien presuntamente sería cómplice de Raúl. Se espera que en esta semana las autoridades esclarezcan los hechos.
Con información de Notitarde