Una odisea deben vivir los pacientes oncológicos cada vez que se les acerca la fecha de su próxima sesión de quimioterapia y reciben su tratamiento en el Hospital Universitario de Los Andes en Mérida.
Deben llevar insumos básicos, porque la administración del centro de salud no les provee de yelcos, inyectadoras, cinta adhesiva, dexametasona, hidrocortisona, clorfeniramina, macrogoteros, jeringas de 20 cc, solución fisiología 0,9%para poder ser atendidos en el servicio correspondiente el día de la cita.
Una de las pacientes, que recibe su quimioterapia y de quien reservamos su identidad, señaló que “aproximadamente en insumos gasta de 180 bs a 200 bs. para cada quimioterapia. Y aparte de eso, también gasto 65 dólares comprando la filgastrim por cada quimioterapia. Y cuando no hay paclitaxel en el hospital, me cuesta 70 dólares”.
Apuntó que “después de que se les administra el filgastrim por cada quimioterapia, ya que el hospital no se la da por tener los valores en niveles aceptables
Sin embargo, la oncólogo le exige al paciente el medicamento”.
“Generalmente, nosotros, los pacientes oncológicos, también tenemos que comprar los medicamentos de la quimioterapia como paclitaxel, zometa, entre otros, y sus costos son demasiado elevados. Muy pocas veces se consiguen en disponibilidad en la farmacia del hospital universitario de Mérida”, agregó.
A la mayoría se les dificulta cubrir en su totalidad el costo de los medicamentos, pues los pacientes son personas de bajos recursos económicos y a duras penas reciben la pensión del seguro social y que no les alcanza para cubrir los gastos que generan comprar estos insumos para cumplir con sus sesiones mensuales de quimioterapia.
Con información de La Patilla