Un equipo internacional que incluye a Christopher Panuski y Dirk Englund, ambos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, ha dedicado más de cuatro años a intentar superar el reto de la formación ultraveloz de haces ópticos. Ahora el equipo ha puesto a prueba un dispositivo programable e inalámbrico que puede controlar la luz a una velocidad que es orden de magnitud mayor que la de los dispositivos comerciales.
La generación de un holograma 3D autónomo requeriría un control extremadamente preciso y rápido de la luz, más allá de las capacidades de las tecnologías de entonces y de ahora, que se basan en cristales líquidos o microespejos.
El nuevo aparato hace las mismas cosas que otros, como por ejemplo enfocar un haz en una dirección específica o manipular la intensidad de la luz, pero lo hace muchísimo más deprisa de lo que es capaz cualquiera de esos otros aparatos.
Fuente: NCYT