Ocho días de la muerte de la niña Michelle Sarai Pernía de 5 años, cuando la guardia nacional impidió el paso de la ambulancia en la que la infante era movilizada con un sistema de oxígeno a través de la frontera de Boca de Grita, las autoridades no han contactado a los familiares de la víctima como testigos del hecho violatorio a los derechos humanos.
En una rueda de medios, el padre de la infante tachirense, Jonathan Pernía denunció que hasta el momento se desconoce el avance de las averiguaciones en torno al caso que, según Freddy Bernal, gobernador del Táchira, desarrollarían, pero que hasta la presente fecha las autoridades de la región venezolana ni siquiera se le acercaron a la familia para ofrecer una ayuda para los gastos funerarios que sobrepasaron el 1 millón de pesos.
El progenitor de la pequeña pidió al gobernador del Táchira que le permita la oportunidad de hablar con él y exigió al Fiscal General de la República, Tarek William Saab para que inicie el proceso de averiguaciones, “le pido el favor, ¿qué pasó con las investigaciones de mi niña, en qué están las averiguaciones, cuál es la notificación, dónde están los testigos?, los testigos somos nosotros”.
“Ya basta de tanta injusticia con nosotros los pobres, eso es una humillación”, manifestó, pues indicó que lo que ocurrió con su hija se ha venido repitiendo con otras personas, en vista que los uniformados de verde oliva se le atraviesan en el paso a los vehículos que transportan pacientes.
Los allegados solo han podido abonar 250.000 pesos de los gastos fúnebres y restan 1.050.000 pesos, y no han recibido la manifestación ni del alcalde del municipio donde ocurrió el hecho, ni del gobernador, ni ningún ente.
Pernía responsabilizó a los funcionarios de la Guardia Nacional del puesto fronterizo de Boca de Grita por la muerte de la infante, porque fueron quienes impidieron el paso de la ambulancia hacia Colombia, aseguró, pese a que la Policía de Colombia sí había otorgado el permiso.
“Si le hubiesen dado el paso a mi hija, estuviera en mi casa conmigo y con toda su familia”, afirmó.
Es importante recordar que el hecho ocurrió pasadas las 3:30 de la madrugada del 30 de noviembre, luego de que la niña fue desconectada del sistema de oxígeno de la ambulancia para ser pasada a Colombia en una carretilla de madera, tras la negación de los militares venezolanos de permitir el paso del vehículo de emergencia. A los pocos minutos falleció, durante el trayecto del cruce del puente internacional.
Relató que en los centros asistenciales de los hospitales de La Fría, municipio García de Hevia, no había insumos médicos para atender a su hija y para que la niña hubiera sido tratada en el Hospital Central de San Cristóbal hubiera necesitado tener al menos 12 millones de pesos, suma que sus seres queridos no tenían.
La ambulancia del Centro de Diagnóstico Integral de La Fría no tenía gasolina y para movilizar a la niña le exigieron a los padres la cantidad de 60 litros de combustible, pero no tenían los recursos para pagar lo que cuesta el producto inflamable.
No obstante, la médico llamó a Protección Civil para que brindara el apoyo con la ambulancia, pero de igual modo, la unidad de PC no tenía combustible (ya que regresaba de llevar a otro paciente a la zona de Boca de Grita) y Jonathan buscó 17 litros de gasolina con un amigo para poder movilizar a Michelle.
“La frontera no se ha abierto, lo que dijo el guardia fue que hasta enero se va a abrir el paso, entonces en dónde está el diálogo que hicieron con el presidente de Colombia, Gustavo Petro”, se preguntó Pernía.
Un día después de la muerte de la pequeña tachirense, otro caso similar fue documentado por los habitantes de la parroquia fronteriza de Boca de Grita, cuando un paciente en estado de gravedad era trasladado en una camioneta hacia un dispensario de salud de Boca de Grita, y funcionarios de la Guardia Nacional de Venezuela se atravesaron en la entrada al Puente Unión con fusiles en mano.
Este paciente fue bajado de la tolva de la camioneta y transportado en carreta de manera similar a la que transportó a Michelle Pernía, mientras que unos jóvenes corrían.
Con información del diario LaOpinión.