Luego de que el pasado 13 de diciembre la selección argentina ganase un cupo para la final del mundial, la reventa inició a unos precios exorbitantes. En grupos de WhatsApp, Facebook o boca a boca; se genera una red de oferta y demanda por el último partido en Catar.
Para contextualizar, existen varios tipos de entradas:
- Categoría 4: solo para los residentes cataríes (aunque también revenden) y son los peores puestos en el estadio. En lo más arriba del recinto. Precio de la final: $206.
- Categoría 3: detrás del arco. Es la entrada más barata para extranjeros. Precio de la final: $604.
- Categoría 2: en los laterales en la parte superior. Precio de la final: $1006.
- Categoría 1: en los laterales abajo. Muy buena ubicación. Precio de la final: $1606.
- Hospitality y VIP: acá ya son entradas que incluyen comida y bebida ilimitada, tienes un espacio previo para reuniones, meetings, etc. Termina siendo una experiencia total. Las entradas para la final oscilaban en un mínimo de $2500 Pero variable según lo que se solicitara.
A partir de allí, existen algunas entradas especiales que se podían conseguir, según el nivel de contacto que se tuviera. Por ejemplo, las federaciones de Costa Rica o Senegal compraron dos entradas para cada jugador. El futbolista podía obsequiárselas a quien quisiera. Las mismas federaciones compraban para sus altos cargos y también se facilitaban entradas especiales para los mismos.
Es el mismo caso de futbolistas de mayor renombre, como Lionel Messi, que cuenta con su familia en un palco especial durante todos los partidos.
A partir de ahí, inician los mortales. Aquellos aficionados que tienen que comprar entradas como cualquier otro y que buscan tickets. Algunos ya tienen un mes en Doha y su presupuesto se ha visto diezmado por la cantidad de gastos que se pueden tener. En promedio y según conversaciones varias, un hincha promedio por un mes puede gastar entre 8.000 y 14.000 dólares.
La gran final
El hecho de que Argentina haya clasificado a la final hizo que las entradas se revalorizaran. Se desconoce la cantidad de argentinos que hay actualmente en Doha, pero son muchísimos. Desde Buenos Aires, armaron un paquete en 18.000 USD con vuelo directo y entrada a la final. Se agotó en 30 minutos.
Para el sudamericano este partido representa mucho. Está en juego algo más allá de un Mundial. Y así lo viven, de forma pasional.
El pasado 16 de diciembre hubo un banderazo donde se acumularon 3000 hinchas a las afueras del hotel donde están los dirigentes de la AFA para solicitar que pusieran a la venta entradas y que se dejara la reventa. Los directivos comentaron que lo harían y nada pasó.
Para un evento de tan alto nivel es difícil que 10.000 entradas salgan a la venta de un día para otro. Hay tickets que se venden para un aficionado que compra únicamente todos los partidos de esa selección desde fase de grupos. Otro tipo de hincha compra solamente fases finales. El hecho de sacar a la luz algunos tickets puntuales a través de plataformas oficiales, se pudiese dar, pero lo cierto es que la cantidad de demanda que hay supera hoy día a la oferta.
En los mencionados grupos de WhatsApp donde la reventa es pan de cada día desde la fase de grupos, la venta de entradas puede llegar a ofertarse en $12.000 por ticket. Incluso, los categoría 3 que, por precio oficial no superaban los 700 USD, se venden en 2000-2500 USD. ¿Lo peor? Hay personas que lo compran.
Las personas ofertan en $3.000 y $6.000, todos con un +54 (código argentino) en el teléfono. La desesperación por quedarse fuera del estadio Lusail es mucha. Hay otros que comentan que se bajarán el precio de las entradas, como ha pasado en la mayoría de los partidos, una vez se acerca el silbatazo inicial.
Lo cierto es que, un día antes de la final, las personas están dispuestas a pagar seis o siete veces el precio del ticket original por ver a Messi levantar la copa del mundo.
Con información de Runrun