El nuevo plan de control migratorio de Estados Unidos podría vulnerar los derechos humanos fundamentales, advirtió este miércoles el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk.
“El derecho a solicitar asilo es un derecho humano, independientemente del origen de las personas, de su situación migratoria o de la forma en que llegaron a la frontera”, dijo Türk en una declaración.
El alto funcionario destacó que estas medidas van “en contra de la prohibición de las expulsiones colectivas y del principio de no devolución”.
La semana pasada, el presidente estadounidense Joe Biden anunció un nuevo plan migratorio que implica que personas que lleguen de forma irregular a la frontera sean más propensas a ser objeto de expulsiones inmediatas y una prohibición de entrar en territorio estadounidense durante cinco años.
Como parte del plan, Biden permitirá el ingreso mensual de hasta 30.000 personas de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, siempre que cuenten con un patrocinador financiero en el país y lleguen en avión para no sobrecargar a los agentes que patrullan la frontera.
La economía estadounidense depende en gran medida de la mano de obra extranjera y Biden prometió a su llegada a la Casa Blanca brindar refugio a los solicitantes de asilo y poner fin a las políticas de su predecesor, Donald Trump contra la inmigración irregular.
Muchos migrantes que buscan escapar de la pobreza o la violencia en sus países de origen emprenden una ruta llena de peligros para llegar a territorio estadounidense.
En el actual año fiscal, más de 800 personas se ahogaron en el Río Grande que marca la frontera entre Estados Unidos y México, según autoridades fronterizas citadas por la radio pública estadounidense NPR.
En noviembre, las detenciones de migrantes en la frontera entre Estados Unidos y México alcanzaron una cifra récord de 230.000 personas.
El tema fronterizo es una de las principales debilidades políticas de Biden, una piedra en su camino para la reelección si se presenta a un segundo mandato en el cargo como tiene pensado según sus consejeros.
Hasta ahora Biden ha mantenido bajo perfil frente a las críticas de la oposición, pero también de las organizaciones de defensa de los derechos humanos.
El principio internacional de no devolución garantiza que nadie debe ser devuelto a un país donde pueda sufrir torturas, tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes.
Con información de AFP