El gobierno venezolano pidió una entrevista para Nicolás Maduro con Alberto Fernández. De confirmarse sería la primera entre ambos en estos tres años de gobierno del Frente de Todos. El Presidente estará dedicado a Lula da Silva el lunes 23.
El jerarca chavista, amigo en realidad de la vicepresidenta Cristina Kirchner desde que fue canciller del fallecido Hugo Chávez, está confirmado entre los asistentes a la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), del martes 24. Si viaja, aterrizará en el medio de protestas y denuncias hacia su persona.
Según el listado de oradores que tiene Clarín, a Maduro le toca hablar en el puesto catorce, después del uruguayo Luis Lacalle Pou, y antes del vicepresidente de Costa Rica Stephan Brunner. Y luego de que abran la cumbre de la CELAC Fernández y su canciller, Santiago Cafiero.
Este viernes la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, dijo que el cubano Miguel Díaz Canel tiene su encuentro a solas con Alberto F., presidente pro tempore y anfitrión de esta CELAC para el miércoles 25. Sería la segunda desde aquella vez que se reunieron en diciembre de 2019 cuando el jefe de Estado argentino asumió el gobierno.
Es en ese marco es que Clarín también pudo confirmar que Maduro pidió un encuentro a solas con Fernández en la Rosada y que, dijeron las fuentes, no se le puede negar, porque “todos los mandatarios que lo pidan tienen derecho”.
Lo confirmaron fuentes oficiales que además señalaron la predisposición a reunirse. El lunes 23 el Presidente recibe a Lula y el miércoles 25 al cubano Miguel Díaz Canel. Preparan protestas.
Maduro no ha oficializado su viaje a Buenos Aires, y si lo hace, puede suspenderlo igual si no encuentra condiciones para hacerlo como ocurrió con Brasil y la asunción de Lula a la que no fue. Aún así, tiene pedido bilateral con Alberto Fernández y con Lula da Silva. Clarín también pudo observar que la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, le pidió una bilateral al venezolano.
El presidente venezolano acumula aquí repudios de todo el arco opositor, desde Horacio Rodríguez Larreta, a Patricia Bullrich, pasando por diputados del radicalismo y el PRO. Rechazan también la eventual presencia de Díaz Canel y de Daniel Ortega -que nunca dijo que iba a venir. Y ahora le pidieron a la justicia una indagatorio por abusos a los derechos humanos. El pedido lo hicieron Waldo Wolff el secretario de Asuntos Públicos porteño y el letrado Tomás Farini Duggan.
A su vez Maduro enfrenta pedidos de detención desde los Estados Unidos, también sanciones a su persona, a otros jerarcas del chavismo y bienes del Estado venezolano. Pero no hay pedidos de captura internacional contrariamente a lo que ha trascendido.
En la Cancillería afirman tener bilaterales para Alberto Fernández sólo con la primera ministra de Barbados Mia Motley; con el primer ministro de Haití Ariel Henry; con el presidente del consejo europeo Carles Mitchel; con el enviado de Joe Biden, Christopher Dodd, y con el director general de la FAO, Qu Dongyu.
En el Gobierno están sensibilizados con las críticas a la llegada de los dictadores, y remarcan que los medios de comunicación no criticaron la participación de la ex vicepresidenta de Mauricio Macri, Gabriela Michetti en una cumbre de la CELAC, en República Dominicana junto a los visitantes ahora cuestionados. Recuerdan las relaciones de la moderada ex canciller Susana Malcorra con el chavismo con Rusia y China.
Afirman que no se le critica a Macri, su abrazo con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed Bin Salman. Y al mismo tiempo subrayan que el ex presidente de Chile, Sebastian Piñera, se saludó afectuosamente con el ex hombre fuerte de Cuba, Raúl Castro.
“Argentina es parte del concierto de naciones democráticas y, por supuesto, va a recibir a los presidentes que cada país elige democráticamente para llevar adelante las charlas y discusiones que haya que llevar adelante”, opinó la portavoz Cerruti este viernes ante radio El Destape sin cuestionar la represión que vive la disidencia en Cuba, Venezuela y Nicaragua donde no hay elecciones libre hace décadas.
“La Argentina cuando tuvo que condenar en la ONU las violaciones a derechos humanos en determinados lugares y sectores, lo hizo. Ayudó a que Michelle Bachelet y que la oficina de DD.HH. estuviera en Caracas y pudiera hacer allí su informe, pero todo eso manteniendo conversaciones con el presidente elegido democráticamente en Venezuela”.
Cerruti continuó haciendo referencia particularmente al país caribeño: “No es que nos parece todo bien lo que está sucediendo, pero mucho menos nos parece todo mal”.
Aseguró “es un país que ha estado bajo asedio en los últimos años, donde han llegado a hacer cosas absurdas”. En ese sentido, lo asemejó con “la Argentina de (Mauricio) Macri, y otros países liderados por (Donald) Trump en Estados Unidos, como reconocer a un señor de la oposición (por Juan Guaidó) que se paró en una plaza y dijo ser el presidente y de repente otros países empezaron a reconocerlo”.
“Tratemos de trasladar las cosas a la Argentina para entender de qué estamos hablando. Guaidó es un señor que un día se paró en una plaza, dijo ‘soy presidente’ y fue reconocido por una cantidad de naciones, con Trump a la cabeza. Si eso no es un golpe, ¿qué es un golpe?”, exclamó.