Dos venezolanos contaron cómo vivieron uno de los momento más trágicos que han impactado al mundo, el fuerte terremoto de magnitud 7,7 que sacudió a Turquía, Siria y el Líbano la noche del domingo, causando, hasta ahora la muerte de más de más de 11 mil 200 personas y casi 55 mil heridos.
Francisco Quintero, venezolano con domicilio en Adana, manifestó que en esa localidad donde se encuentra “al menos 11 edificios se derrumbaron”.
Quintero se encuentra en la Universidad de Adana y en entrevista a medios criollos, relató que «al momento del terremoto yo estaba dormido y fue bastante fuerte, hasta ahora nos encontramos fuera de los dormitorios en una zona que es un solo piso por seguridad. Cuentan con agua, luz, comida y todos los servicios».
El hombre afirmó que no ha salido de la universidad a la ciudad, sin embargo resaltó que «a los dormitorios están trasladando a personas que quedaron sin hogar».
Destacó que el primer terremoto duró entre 2 y 5 minutos. «En el primer periodo de tiempo tembló muy fuerte, en relación con el segundo que fue más suave», según la reseña de los medios.
Una experiencia nada agradable
Por otra parte, Antoine Frangie, venezolano en el Líbano, afirmó que «fue una experiencia para nada agradable, un gran susto, fue horrible, y sobre todo porque duró bastante».
Recordó que el edificio se sacudió. «Cuando terminó el movimiento bajamos a la calle y ya había personas intentando alejarse de los edificios con sus carros».
Frangie manifestó que estaba dormido cuando empezó el terremoto. «Me di cuenta que era un temblor, porque siempre pasa por aquí, pero suave. Pero cuando empezó más fuerte, me levanté de la cama y me acerqué al marco de la puerta que es un sitio seguro».
En ese momento, recordó que llamó a su hermana que vive al lado para que se acercara, y se intensificó el temblor.
Con información de Globovisión