Para la activista, es cuestionable la postura mostrada al respecto por la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, cuyo titular, Volker Türk, visitó recientemente Venezuela “y dijo muy poco”
“El Gobierno de Nicolás Maduro está enrumbado en el proyecto de dar fin a la sociedad civil organizada, independiente y autónoma, como se le conoce hoy. Entonces esto no es cuestión de maquillar una ley, la cuestión sería decir que la ley en su conjunto, desde la primera hasta la última palabra, es inaceptable y no se puede aprobar”.
Así lo cree la defensora de DD.HH. Ligia Bolívar sobre el instrumento legal que impulsa el oficialismo para “regular y acallar a las organizaciones no gubernamentales que detectan y develan las vulneraciones de derechos humanos que comete el Estado”.
Para la activista, quien desarrolla su labor en la ONG Alerta Venezuela, pero que posee experiencia en entes como Provea y el Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello, es cuestionable la postura mostrada al respecto por la Oficina del Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU, cuyo titular, Volker Türk, visitó recientemente Venezuela “y dijo muy poco”.
Entrevistada por Provea, Bolívar señaló que la instancia de Naciones Unidas “se dedicó a decir ‘quiten esta coma de aquí’ o ‘cambien esta palabra por esta otra’. Esta no es la protección que uno espera. Es como si se dijera: ‘mire, es mejor la inyección letal que la guillotina’”. Por tanto, asegura que el despacho de Türk “no tiene voluntad política, porque prefiere una relación protocolar con el Estado a aplicar el mandato que le corresponde frente a lo que está pasando en Venezuela”.
Graves cuestionamientos
A través de la investigación recientemente publicada, titulada Lecciones no aprendidas, la ONG para la cual labora, Alerta Venezuela, analizó las dificultades que enfrentó la respuesta de la Organización de Naciones Unidas ante graves violaciones de derechos humanos en Sri Lanka o Myanmar (Birmania).
En ambos casos, distintos mecanismos del sistema de Naciones Unidas se encontraban en el terreno y su presencia no logró prevenir atrocidades y crímenes de lesa humanidad. La tesis es que, pese a que se hayan realizado investigaciones para detectar el origen de estos fallos, el sistema de Naciones Unidas sigue cometiendo los mismos errores con Venezuela.
En tal sentido, la experta añade a sus críticas contra la ONU “el secretismo, al que ya nos tienen acostumbrados, y el poco tiempo dedicado al sector no gubernamental: apenas una hora y media para las organizaciones y otro tanto con las víctimas. Con una cantidad tan grande de personas en tan poco tiempo, el encuentro termina siendo más protocolar que sustantivo”.
Insiste en que la respuesta del mecanismo “no fue la adecuada. No sé si es por su estilo burocrático, o si eso pasa en otras partes del mundo, pero no es el tipo de respuesta que uno espera de una persona (Volker Türk) cuyo mandato es, precisamente, prevenir las graves violaciones de derechos humanos en todo el mundo”
Un proyecto de vieja data
La promotora de los DD.HH. recuerda que, desde hace más de 15 años, el gobierno venezolano ha intentado aprobar leyes que le permitan controlar y criminalizar a las organizaciones de la sociedad civil.
Señala que el diputado Diosdado Cabello “tiene una obsesión con las organizaciones no gubernamentales y se le ocurrió otra vez desempolvar el asunto en la Asamblea Nacional aun cuando esto no estuviera en la agenda legislativa”.
“Esta es una muestra adicional de que no hay planes, no hay políticas, desde el Poder Legislativo. Que en realidad no se cree en las leyes y que el Parlamento simplemente es utilizado como un instrumento más de la represión”, dijo.
Peticiones concretas
Tras exponer este panorama, Ligia Bolívar pide concretamente a la Oficina del Alto Comisionado que se acoja a su mandato. “No puede ser que prefieran la buena relación con el Estado a la aplicación de lo que les corresponde, que es la aplicación de los derechos humanos”.
Añadió: “Quisiera ver más trabajo en materia de prevención, y eso es lo que se dijo que iban a hacer hace cuatro años. Entonces, ¿qué avances al respecto podernos ver? Se mencionaron en la rueda de prensa del Alto Comisionado varios temas como una novedad, cuando en realidad esas fueron las promesas que les hicieron desde el Estado hace cuatro años”.
Enfatiza en que el Sistema de Naciones Unidas debe dejar de lado tanto lenguaje protocolar y empezar a ser más exigente en relación con los estándares internacionales de derechos humanos y las recomendaciones que el Estado venezolano ha incumplido hasta ahora.
Con nota de prensa.
