Los dos devastadores terremotos que el lunes azotaron Turquía tuvieron el efecto y la energía de 500 bombas atómicas, afirmó este sábado 11 de febrero, la Autoridad de Gestión de Desastres de Turquía (AFAD, por sus siglas en turco).
Orhan Tatar, gerente general de Reducción de Riesgos de Terremotos del organismo, indicó que tras los sismos ya se han producido más de 2.000 réplicas, cuya magnitud, en la mayoría de los casos, se situó por encima de 4.
«Estamos ante un desastre mucho más allá de lo que anticipamos», precisó Tatar. Según sus palabras, «el efecto destructivo» del primer terremoto fue de 65 segundos, mientras el del segundo duró 45 segundos. «El área fue sacudida muy violentamente durante unos 2 minutos», señaló el experto.
Asimismo, el funcionario destacó que en los territorios afectados por el movimiento telúrico no se observan flujos de lava, cenizas volcánicas, derrames de petróleo o escapes de gas. Sin embargo, alertó a los vecinos a tener especial cuidado en las zonas del campo y en los pueblos, ya que puede haber «peligro de corrimientos».
«Nuestros ciudadanos no deben confiar en ninguna declaración hecha fuera de las instituciones oficiales del Estado. Las réplicas seguirán ocurriendo en la región», aseveró Tatar. «Los ciudadanos deben mantenerse alejados de los edificios dañados», agregó, explicando que los especialistas inspeccionan diariamente 32.500 inmuebles.
Las autoridades turcas informaron esta jornada que el número de muertos en el país ya ascendió a 24.617, mientras que el de heridos supera los 80.000. Asimismo, 92.697 damnificados fueron evacuados de las zonas afectadas hacia provincias más seguras.
Un total de 31.832 rescatistas locales se encuentran trabajando en la región junto a 8.294 voluntarios extranjeros.
Con información de RT Noticias