La Fed de Estados Unidos tiene problemas para contener a la inflación y eso promete generar más subas de tasa que fortalezcan a la moneda norteamericana. Bonos, acciones y hasta dólares financieros pueden acusar el efecto
El último viernes la medida de inflación preferida por la Fed, el índice de gastos de consumo personal (PCE, por sus siglas en inglés) de enero, subió 0,6% mensual en comparación con 0,4% del mes previo. Una aceleración inesperada que volteó a los principales indicadores de Wall Street.
Las nuevas cifras se publicaron una semana después de que se diera a conocer el índice de precios al consumidor, que también mostró un repunte similar de la tasa de inflación. Y viene de la mano de toda clase de comunicaciones de miembros del comité federal de mercado abierto de la Fed (FOMC) más la reciente publicación de minutas de la última decisión de tasa que indican que los gobernadores del organismo tienen la idea fija: no hay que frenar las subas de tasa.
De inmediato, la porción de los inversores que esperan una nueva suba de tasas de interés de política monetaria de 25 puntos básicos en la reunión de la Fed de marzo pasó a ser 33%. Sólo un mes atrás, apenas 2,8% esperaba eso según la CME Fed Watch Tool que calcula las probabilidades en el mercado de futuros de tasas de Estados Unidos.
El fortalecimiento del dólar estadounidense a nivel global que supone semejante apuntalamiento de la divisa asustó a los inversores más afectos al riesgo
“Crece la expectativa de que la Fed se vea forzada por la resistencia a una rápida desaceleración de la inflación a una estrategia de higher for longer, lo cual afecta el apetito por riesgo global y además suma riesgos a una recesión”, dijo el analista Gustavo Ber.
“Dicho escenario es adverso para los activos domésticos, ya que afecta de lleno a los emergentes, y además se suma a la incertidumbre política y económica local, a partir de los serios desequilibrios a administrar en un año electoral. De ahí, que se vienen presentando más pesados luego de ensayar un anticipado trade electoral apostando a un cambio de ciclo, pero ahora prevalece más la cautela y las estrategias defensivas”, agregó.
A mediados de enero, cuando se anunció la recompra por hasta USD 1.000 millones de los que se llevan usados más de USD 500 millones, los bonos soberanos cotizaban en paridades llegaban a rondar los USD 37 por cada USD 100 nominales. Esta semana cerraron en torno a USD 30 en toda la curva. El impulso que les dio la recompra se borró por completo e, incluso, ahora esos papeles están más baratos que en el punto de partida.
El euro cedía un 0,39% a 1,0549 dólares, tras caer más temprano a un mínimo de siete semanas de 1,0536 dólares, para registrar su mayor pérdida semanal frente al billete verde desde finales de septiembre. La libra esterlina restaba un 0,6% a 1,1951 dólares.
Frente al yen, la divisa estadounidense alcanzó máximos de dos meses a 136,44 unidades, y se cambiaba más tarde a 136,241, un alza del 1,3%. Frente al franco suizo, el billete verde alcanzó su cota más elevada en siete semanas y después mejoraba un 0,7% a 0,9406 unidades.