La ONG Veneactiva ha publicado una nota de prensa en la que destaca la baja participación de ciudadanos venezolanos en actos delictivos en Perú, a pesar de que el país cuenta con la segunda mayor población de venezolanos residentes y refugiados en el mundo.
La criminóloga Maholy Sánchez subraya que la presunción de inocencia debe ser respetada y que la mediatización de los casos con nacionalidad venezolana refuerza la construcción social de un “otros” que crea un perfil de miedo hacia la población venezolana.
La periodista e investigadora Hildegard Willer indica que la criminalización de los migrantes no solo ocurre en Perú y destaca la importancia de dar contexto a las cifras compartidas. En este sentido, Mariana Suárez, refugiada venezolana en Perú, pide no generalizar y depurar a los malos elementos sin arrastrar a quienes están regularizados.
No a la criminalización
«No podemos generalizar con todos. Hay muy buenos venezolanos y colombianos que trabajan en Perú, que trabajan para bien, para ayudar a sus familias. Pero creo yo que el delincuente se debe castigar con todo el peso de la ley. No queremos delincuentes, a ellos los debemos capturar, detenerlos, encarcelarlos o botarlos.
No necesitamos delincuentes que vengan a fastidiar». Así lo dijo José William , presidente del Congreso del Perú durante el sepelio del sereno de Surco, Luis Manrique Pizarro, quien murió desspués de recibir un tiro.
Cinthia Marache, madre de Katherine Gómez, una joven que murió quemada a manos de su expareja, Sergio Tarache, pidió justicia por lo ocurrido y se mostró contraria a rechazar a la comunidad migrante en su país.