Las autoridades de Estados Unidos, Colombia y Panamá han anunciado que están trabajando juntos para acabar con la migración ilegal de personas a través de la peligrosa selva del Darién, un paso utilizado principalmente por migrantes venezolanos que huyen de la crisis económica y social de su país.
La migración ilegal de varias nacionalidades agrava los problemas en toda América Central y en la frontera de México con Estados Unidos.
En una declaración conjunta, los gobiernos de los tres países se han comprometido a llevar a cabo una campaña coordinada de dos meses para abordar la situación humanitaria en Darién. La campaña tiene como objetivo acabar con el tráfico ilegal de personas y mercancías a través de Darién, tanto por corredores terrestres como marítimos.
También busca abrir nuevas vías legales y flexibles para decenas de miles de migrantes y refugiados como alternativa a la migración ilegal. Además, se pondrá en marcha un plan para reducir la pobreza, mejorar la prestación de servicios públicos, crear empleo y promover oportunidades económicas y sostenibles en las comunidades fronterizas del norte de Colombia y el sur de Panamá, a través de alianzas internacionales entre instituciones financieras, la sociedad civil y el sector privado.
Esta reunión trilateral sirve como llamamiento a la acción para que toda la región se una para hacer frente a la migración irregular. En el espíritu de la Declaración de Los Ángeles sobre Migración y Protección, los tres gobiernos han acordado trabajar juntos para abordar uno de los problemas más apremiantes de la región.
Esta iniciativa podría tener un impacto positivo en la vida de las personas vulnerables que buscan una vida mejor en otros países.