La falta de acceso al agua potable es una realidad que afecta a más de 2.000 personas en La Esperanza, una comunidad ubicada en Caigüire, parroquia Valentín Valiente de Cumaná. Durante más de 20 años, los habitantes han enfrentado una dinámica diaria marcada por la escasez de agua, lo que ha generado dificultades en diversos aspectos de sus vidas.
En medio de esta situación, los ciudadanos han demostrado ingenio y creatividad para buscar soluciones, pero anhelan una respuesta efectiva por parte de las autoridades municipales y estadales.
Manuel Pereda, residente de La Esperanza, expresa la importancia del agua como un recurso vital para la vida y todas las necesidades de la comunidad. Sin embargo, la realidad es que los más de 2.000 habitantes se enfrentan a la falta de agua en su día a día.
Los niños no pueden asistir a la escuela debido a la falta de agua para higiene personal, y el lavado de ropa y utensilios se convierte en un desafío constante.
Obtener agua se ha convertido en una tarea ardua para los habitantes de la parte alta de la comunidad, quienes deben recorrer al menos 400 metros hasta las comunidades vecinas en busca del preciado recurso. A pesar de los esfuerzos, los recipientes de agua que logran recolectar no son suficientes para cubrir todas sus necesidades.
Ante esta situación, los ciudadanos han tenido que recurrir a la creatividad para superar los obstáculos. Ariannys Pereda, residente de La Calavera, menciona la fabricación de “bombas caseras con motores de lavadora” para obtener agua. Aun así, la escasez persiste, y deben programar el funcionamiento de estas bombas durante la noche para asegurarse de tener agua en la mañana.
La falta de agua limita las posibilidades de desarrollo y bienestar en la comunidad. Muchos vecinos han optado por sembrar en sus patios para garantizar la alimentación de sus familias, pero la falta de agua restringe esta actividad.
Sueñan con vivir en una comunidad hermosa, con jardines y patios productivos, donde no tengan que depender de la disponibilidad del agua para realizar tareas básicas.
Hace más de seis años, los ciudadanos se organizaron para redactar un proyecto de agua que está cerca de su finalización, con un avance del 70%. Este proyecto contempla la instalación de bombas y estaciones de bombeo que permitirían el suministro de agua potable a las casas de las zonas afectadas.
Los habitantes de La Esperanza exigen a las autoridades municipales y estadales que visiten el sector y conozcan de cerca la situación. Solicitan una solución efectiva a esta crisis del servicio de agua que afecta a la zona.
La comunidad espera que se tomen medidas concretas para garantizar el acceso al agua potable, un derecho humano esencial que les permitirá mejorar su calidad de vida y desarrollarse de manera plena.