La ciudad de Maracay se vio sacudida por la noticia del asesinato de un joven en pleno centro de la ciudad. Eduardo José Quevedo Reyes, de 20 años de edad, perdió la vida tras recibir dos disparos mientras se encontraba en el servicio de Emergencia del Hospital Central de Maracay.
El trágico suceso ocurrió cuando Eduardo se dirigía a realizar algunas diligencias personales y fue interceptado por un grupo de individuos que intentaron robarle. A pesar de resistirse, los delincuentes le dispararon y huyeron con sus pertenencias. La comunidad clama por justicia y espera que este acto no quede impune.
Luisa Quevedo, madre del joven asesinado, una funcionaria de la Policía de Carabobo, identificó a su hijo como Eduardo José Quevedo Reyes, residente de la parroquia de Aguas Calientes del municipio Diego Ibarra.
Según relató, Eduardo viajó a Maracay el sábado por la tarde para realizar algunas diligencias personales y mientras se encontraba con unos amigos, la noche lo sorprendió.
En el momento de los hechos, Eduardo se desplazaba por la calle Sánchez Carrero detrás del centro comercial Galería Plaza, cuando varios individuos lo interceptaron. Al resistirse al robo, le dispararon dos veces, hiriéndolo en el abdomen e intercostal izquierdo.
Los delincuentes le arrebataron su celular, camisa y el dinero que llevaba en la cartera, dejándolo solo con los pantalones.
Algunas personas que presenciaron la escena brindaron ayuda y trasladaron a Eduardo al Hospital Central de Maracay, pero lamentablemente falleció al día siguiente.
Luisa Quevedo expresó su dolor y desconcierto por lo sucedido. Su hijo, padre de dos niños pequeños, no tenía un empleo estable en ese momento. La madre clama por justicia y espera que las autoridades del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) esclarezcan el caso y encuentren a los responsables.
La comunidad de Maracay se encuentra consternada por el trágico asesinato de Eduardo José Quevedo Reyes en pleno centro de la ciudad. Este acto de violencia ha dejado una profunda herida en su familia y en la sociedad en general.
Es necesario que las autoridades investiguen a fondo este caso y que se haga justicia para que los responsables sean llevados ante la ley. La pérdida de vidas inocentes a manos de la delincuencia no puede quedar impune, y es fundamental que se tomen medidas para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.