La llegada de la onda tropical número 1 al territorio venezolano ha desatado fuertes lluvias que han dejado importantes consecuencias en el sector agrícola. El presidente de Fedeagro, Celso Fantinel, ha informado sobre las afectaciones significativas en los cultivos de maíz y arroz.
Estas condiciones climáticas adversas han generado pérdidas y retrasos en la siembra, afectando también la producción de hortalizas. En este contexto, Fantinel destaca las preocupaciones en las zonas de los Andes, que llevan tres años padeciendo los embates de las lluvias, ocasionando daños en infraestructuras clave.
Según el presidente de Fedeagro, los primeros productores que sembraron maíz en los estados Portuguesa y Barinas han reportado afectaciones en sus cultivos. Los retrasos en la siembra de maíz y arroz son evidentes, y también se han visto afectados los cultivos de hortalizas.
La situación se agrava en la zona de los Andes, donde las lluvias han causado daños severos en puentes y carreteras durante los últimos tres años.
Fantinel resalta la necesidad de evaluar los daños una vez que las precipitaciones cesen por completo. Se espera que en el oriente del país, donde el terreno es más montañoso, sea necesario realizar resiembras. Se prevé reiniciar la siembra a partir del próximo fin de semana.
Además de las pérdidas en los cultivos, el presidente de Fedeagro destaca que durante esta época del año aumenta el precio de las hortalizas debido al mayor uso de fungicidas e insecticidas. Estos productos son necesarios para proteger los cultivos de las enfermedades y plagas que se propagan con mayor facilidad en condiciones de humedad.
Las fuertes lluvias provocadas por la onda tropical número 1 han dejado importantes repercusiones en la agricultura venezolana.
Los cultivos de maíz y arroz han sufrido pérdidas y retrasos en la siembra, mientras que las hortalizas experimentan un aumento en los precios debido al incremento en el uso de productos químicos para combatir enfermedades y plagas. La zona de los Andes ha sido especialmente afectada, con daños considerables en infraestructuras.
A medida que las precipitaciones disminuyan, será necesario evaluar los daños y tomar medidas para mitigar las pérdidas en los cultivos.
