Los cortes diarios de energía han vuelto a afectar al centro-oeste de Venezuela, interrumpiendo el suministro de aire acondicionado en medio de una ola de calor y afectando a fábricas, hogares y servicios públicos.
Las plantas térmicas mal mantenidas no pueden compensar la débil generación hidroeléctrica, lo que ha generado preocupación entre los residentes, ingenieros y analistas.
Los apagones se han vuelto más frecuentes en Venezuela, incluso en la capital, Caracas, que solía estar protegida de estas interrupciones. Los cortes de energía duran al menos cuatro horas al día, lo que ha afectado severamente a la población.
Las altas temperaturas, que suelen superar los 40 grados Celsius, y el aumento de la demanda de aires acondicionados debido al clima cálido han agravado la situación. Además, los cortes de energía afectan el suministro de agua, las telecomunicaciones, las fábricas y las operaciones petroleras.
En el estado Zulia, donde se encuentra Maracaibo, algunos hospitales públicos han tenido que recurrir a sus propias plantas de energía debido a la falta de un suministro eléctrico estable por parte del Gobierno regional.
La falta de inversión en el mantenimiento y las líneas de transmisión de energía ha contribuido al deterioro del sistema eléctrico.
El suministro de energía en Venezuela se basa principalmente en la represa Guri, que a menudo funciona por debajo de su capacidad debido a los bajos niveles de agua. En 2019, la red eléctrica del país colapsó, dejando a casi todo el país sin luz durante cuatro días.
Aunque se han realizado algunas inversiones en líneas de transmisión desde entonces, muchas de las plantas a combustible instaladas están fuera de servicio debido a la falta de diésel, mantenimiento y repuestos.
La falta de mantenimiento y las deficiencias en el sistema eléctrico de Venezuela han llevado a cortes diarios de energía en medio de una ola de calor, lo que ha afectado gravemente a los hogares, las fábricas y los servicios públicos.
A pesar del aumento en las facturas de electricidad, el suministro no ha mejorado y los residentes se enfrentan a condiciones inhumanas, pérdidas económicas y dificultades en su vida diaria. La inversión y el mantenimiento adecuados son necesarios para solucionar los problemas en el sistema eléctrico y garantizar un suministro confiable de energía en el país.
