El caso de Pedro Alonso López, conocido como el “Monstruo de los Andes”, ha dejado una huella de terror en la historia criminal. Este individuo, quien fue violado y maltratado en su infancia, se convirtió en un asesino despiadado que perpetró atroces crímenes en Perú, Ecuador y Colombia. A pesar de su peligrosidad y de ser capturado, la justicia colombiana inexplicablemente decidió dejarlo en libertad. En esta entrevista, el antropólogo Esteban Cruz Niño revela las razones detrás de este grave error y nos sumerge en los escalofriantes detalles de la historia.
El aterrador reinado del “Monstruo de los Andes”
Pedro Alonso López, tras una infancia marcada por el abuso y la violencia, se convirtió en un depredador sexual y asesino serial. Recorrió diferentes países de América Latina, dejando un rastro de más de 300 niñas víctimas de su crueldad. Su modus operandi consistía en estrangular a sus víctimas y abandonar sus cuerpos en su propia cama, como si se tratara de un macabro ritual. Su apodo, el “Monstruo de los Andes”, es una muestra de la magnitud de sus crímenes y el terror que sembró en la región.
El arresto y la liberación inexplicable
Finalmente, López fue capturado en Ecuador, donde las autoridades lograron poner fin a su reinado de terror. Sin embargo, en un giro incomprensible, fue trasladado a Colombia para cumplir su condena, pero la justicia colombiana decidió liberarlo. Este hecho ha generado indignación y desconcierto, ya que se trata de uno de los criminales más peligrosos de la historia, responsable de una cantidad espeluznante de víctimas inocentes.
Las razones detrás del error judicial
En esta entrevista, el antropólogo Esteban Cruz Niño arroja luz sobre las razones que llevaron a la liberación de Pedro Alonso López. Revela fallos en el sistema judicial, negligencia y, posiblemente, corrupción que permitieron que este monstruo de la humanidad volviera a las calles. El relato de Cruz Niño, experto en el estudio de los asesinos más atroces de Colombia, resulta impactante y nos confronta con la fragilidad de la justicia y las consecuencias devastadoras de un error tan grave.
El caso del “Monstruo de los Andes”, Pedro Alonso López, es una historia aterradora que revela la capacidad de crueldad humana. Sus crímenes han dejado una marca imborrable en la memoria colectiva de los países que sufrieron su reinado de terror.
Sin embargo, el hecho de que haya sido liberado en Colombia, a pesar de su peligrosidad, plantea interrogantes sobre la eficacia del sistema judicial y la necesidad de una mayor responsabilidad en la administración de justicia. Es fundamental aprender de estos errores para garantizar que casos tan aberrantes no se repitan y que la sociedad esté protegida de individuos tan peligrosos.
