La ruta del Darién, que separa Colombia de Panamá, se ha convertido en un peligroso trayecto para miles de migrantes que buscan llegar a Estados Unidos. Médicos Sin Fronteras (MSF) ha alertado sobre el creciente número de personas vulnerables, incluyendo aquellas con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas, que han atravesado la selva del Darién durante este año.
El aumento de estas condiciones médicas representa un riesgo significativo para la salud y el bienestar de los migrantes en su ruta migratoria.
Según MSF, se ha observado un incremento en el diagnóstico de enfermedades crónicas que requieren atención especializada. Pacientes con enfermedades cardíacas, diabetes, hipertensión arterial y otras afecciones crónicas han sido atendidos en mayor cantidad durante este año. Las difíciles condiciones del camino, como las altas temperaturas, la falta de alimentos y la deshidratación severa, han ocasionado casos agudos de desmayos y problemas de salud adicionales.
Durante el periodo de enero a abril, MSF ha brindado atención médica a 669 personas con enfermedades crónicas, en comparación con las 262 atendidas en el mismo periodo del año anterior. Los migrantes que se aventuran en esta peligrosa travesía presentan diversas condiciones médicas, incluso discapacidades físicas como parálisis cerebral y demencia senil.
MSF también ha reportado un número preocupante de mujeres embarazadas que recorren la ruta del Darién. Estas mujeres enfrentan condiciones extremas y riesgos potenciales durante el viaje, que puede durar más de una semana. Se exponen a inclemencias climáticas, peligros naturales y riesgos de violencia, incluyendo asaltos sexuales. MSF ha proporcionado cerca de 500 consultas prenatales en las estaciones temporales de recepción migratoria (ETRM) ubicadas a la salida del Darién entre enero y mayo de este año.
La situación en las ETRM se ha vuelto insostenible debido al creciente flujo de migrantes. Estas estaciones han superado su capacidad, llegando a recibir hasta 2.000 personas al día. La falta de una ruta segura y digna para los migrantes, sumada a las condiciones precarias en las ETRM, evidencia la necesidad de mejorar la cobertura de necesidades básicas, como agua potable, alimentación y condiciones de higiene y saneamiento.
El incremento alarmante de personas vulnerables, incluyendo aquellos con enfermedades crónicas y mujeres embarazadas, que atraviesan la peligrosa selva del Darién es una preocupación urgente. Las difíciles condiciones del camino y los riesgos asociados ponen en peligro la salud y el bienestar de los migrantes.
Es crucial que se establezcan rutas seguras y dignas para los migrantes, y se mejore la atención médica y las condiciones de las estaciones temporales de recepción migratoria. Además, se debe abordar la cobertura de necesidades básicas en las comunidades de acogida. La protección de los derechos y la salud de los migrantes es una responsabilidad compartida que requiere acciones inmediatas y coordinadas.