En medio de la migración venezolana hacia Colombia, se encuentran las conmovedoras historias de Chander Osorio y Kelvin Berríos, dos padres decididos a brindar un futuro mejor para sus hijos. A pesar de los desafíos y sacrificios que han enfrentado, estos valientes padres han encontrado la fuerza para salir adelante y construir una nueva realidad en tierras colombianas.
Chander Osorio, padre de tres hijos, tomó la difícil decisión de abandonar Venezuela en busca de mejores oportunidades para su familia. Con el propósito de brindar seguridad y ser un ejemplo para sus hijos, se aventuró en un viaje lleno de incertidumbres.
Llegó a Medellín con su situación migratoria irregular y enfrentó dificultades para encontrar empleo. Sin embargo, gracias a la oportunidad que le brindó el dueño de un supermercado, logró trabajar durante dos años. Aprovechando su liquidación, decidió emprender un negocio propio, pero una mala asociación lo dejó sin capital ni mercancía. A pesar de esta adversidad, Chander se mantuvo fuerte por su familia y comenzó desde cero.
En la actualidad, se encuentra en una situación más estable y convencido de que Medellín es su hogar, valorando la relación basada en cariño y respeto que ha construido con sus hijos.
Por otro lado, Kelvin Berríos vivió una situación aún más desafiante al ser abandonado por su esposa apenas llegaron a Colombia en 2019, quedando solo con sus dos hijos. A pesar del dolor y la desesperación, asumió la responsabilidad de cuidar y educar a sus hijos.
A lo largo de los años, ha logrado florecer y adaptarse a la comunidad. A través de trabajos mal remunerados, ha logrado proveer para su familia y ha inculcado en sus hijos valores de perseverancia y excelencia académica. A pesar de las dificultades, sus hijos son destacados estudiantes y líderes en sus equipos de fútbol. Kelvin no se arrepiente de haber migrado y encuentra satisfacción en el tiempo que pasa junto a sus hijos.
La historia de Chander Osorio y Kelvin Berríos representa la resiliencia y la determinación de los padres migrantes en Colombia. A través de desafíos y sacrificios, estos valientes padres han encontrado la fuerza para construir una nueva realidad y brindar un futuro mejor a sus hijos.
Su ejemplo inspira y demuestra que, con trabajo duro y determinación, es posible superar las dificultades y florecer en un nuevo entorno.
A pesar de la lejanía de su tierra natal, han creado redes de apoyo mutuo y han logrado mantener sus costumbres y valores en el camino. La historia de estos padres migrantes nos enseña el amor inquebrantable y la determinación que surge en la búsqueda de un futuro próspero para sus seres queridos.