El cierre de Radio Caracas Radio (RCR) en plataformas digitales ha generado preocupación y consternación en el ámbito mediático venezolano. La emisora, considerada la más antigua del país, cesó sus operaciones el jueves, dejando un vacío en el panorama de la libertad de expresión.
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y el Colegio Nacional de Periodistas (CNP) han alertado sobre la inviabilidad de mantener la actividad de RCR solo a través de plataformas digitales.
Sin embargo, el cierre definitivo de la emisora representa una gran pérdida para la libertad de expresión en el país. A lo largo de su historia, RCR ha resistido los embates de un gobierno intolerante y se ha mantenido como un espacio para el debate libre.
El cierre de RCR en 2019 por órdenes de la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) fue una señal preocupante para la diversidad informativa en Venezuela. Desde entonces, la emisora ha continuado sus labores a través de vías digitales, pero ahora se ve obligada a cesar sus operaciones en plataformas digitales debido a múltiples factores que hacen inviable su mantenimiento.
El Grupo 1BC, al que pertenece RCR, ha sido uno de los conglomerados de medios más importantes en Venezuela.
Sin embargo, tanto la emisora como otros medios del grupo, como Radio Caracas Televisión (RCTV), han sido afectados por el cierre impuesto por el gobierno. El cese de operaciones de RCR en plataformas digitales es un golpe adicional a la diversidad mediática en el país.
El cierre de Radio Caracas Radio (RCR) en plataformas digitales representa una amenaza a la libertad de expresión en Venezuela.
El silenciamiento de una emisora tan emblemática evidencia el continuo deterioro del panorama mediático en el país. La sociedad civil venezolana ha expresado su solidaridad y lamento por esta pérdida, y es necesario que se promueva y defienda la diversidad informativa como un pilar fundamental de la democracia. El cierre de RCR se suma a una preocupante lista de emisoras de radio cerradas en los últimos años, reflejando un panorama desafiante para el ejercicio del periodismo en Venezuela.