Meiker Montaño, un niño venezolano de 10 años que necesita un trasplante de corazón, logró llegar a Estados Unidos después de cruzar la peligrosa selva del Darién junto con su familia. Durante su travesía, el niño cargó un tanque de oxígeno para poder respirar. Esta historia representa el esfuerzo y la valentía de miles de migrantes que buscan una vida mejor.
Meiker Montaño y su familia, compuesta por sus padres, hermanas y otros familiares, decidieron emigrar en busca de un futuro prometedor. El niño sufre de una afección cardíaca y solo le funciona la mitad de su corazón, habiendo sido sometido a tres cirugías en el pasado. Su objetivo era llegar a Estados Unidos para recibir un trasplante de corazón que le salvaría la vida.
La travesía de Meiker y su familia duró aproximadamente tres meses y atravesaron siete países en su camino hacia El Paso, Texas. Utilizaron el conocido tren llamado “La Bestia” como parte de su ruta. Durante su travesía por la selva del Darién, encontraron otros migrantes que les brindaron ayuda, incluso para cargar el tanque de oxígeno de Meiker. A pesar de enfrentar dificultades, como la falta de comida en algunos momentos, lograron superar los obstáculos y continuar su camino hacia Estados Unidos.
Sin embargo, la historia de Meiker no es única. Según datos oficiales de Panamá, más de 100.000 migrantes cruzaron la selva del Darién en el primer trimestre de 2023, y la mayoría de ellos eran venezolanos. Esta cifra representa un aumento significativo en comparación con el mismo período del año anterior. Otros grupos de migrantes que también cruzaron el Darién incluyen haitianos, ecuatorianos, africanos, chilenos y colombianos.
La historia de Meiker Montaño, el niño venezolano que cruzó el Darién con un tanque de oxígeno en busca de un trasplante de corazón, destaca la valentía y determinación de miles de migrantes que arriesgan sus vidas en la búsqueda de un futuro mejor. Esta travesía peligrosa y desafiante refleja las dificultades que enfrentan muchos migrantes en su camino hacia la esperanza y las oportunidades. Es fundamental abordar la situación de los migrantes de manera compasiva y encontrar soluciones que garanticen su seguridad y bienestar.