En el municipio Guajira, en el estado Zulia de Venezuela, cientos de familias wayúu están enfrentando una situación desesperada debido a la peor sequía en años. La falta de agua potable ha obligado a aproximadamente 500 familias de diversas comunidades a consumir agua no apta para el consumo humano, lo que ha generado enfermedades y malestares en la población, especialmente en los niños.
Ante esta situación, muchas familias se ven obligadas a buscar alternativas, como comprar agua empacada en Colombia debido a los altos precios de los camiones cisternas en la zona. La falta de soluciones a largo plazo y la negligencia en el mantenimiento de las infraestructuras de agua agravan aún más la crisis en la región.
Las comunidades afectadas en la Alta Guajira, como Caño Sawa, Marichen I, Chamarú, Caujarito y Colopontain, se encuentran en una situación de total abandono. La escasez de agua potable ha llevado a los habitantes a utilizar aguas no tratadas, lo que ha resultado en enfermedades estomacales e infecciones en la piel, especialmente en los niños. Ante la falta de opciones, algunas familias se ven obligadas a viajar hasta Maicao, en Colombia, para comprar agua envasada, mientras que los camiones cisternas locales cobran precios exorbitantes para surtir agua a las comunidades.
La falta de acceso a agua potable asequible y segura es un problema crónico en la región. La planta potabilizadora El Brillante, que abastecía de agua potable al municipio Guajira, dejó de funcionar en 2017 y desde entonces no se ha encontrado una solución duradera. A pesar de los anuncios de las autoridades sobre la llegada de equipos para acelerar los trabajos en la planta, hasta la fecha no se ha logrado resolver la situación.
Los habitantes de las comunidades afectadas expresan su frustración y decepción ante la falta de respuesta por parte de los gobiernos. La situación de sequía y escasez de agua no es nueva, y a lo largo de más de 20 años, han escuchado promesas y anuncios sin ver resultados concretos. La falta de acción efectiva ha llevado a un total abandono de estas comunidades, convirtiéndolas en lugares de desesperanza y sufrimiento.
La crisis del agua en el municipio Guajira refleja la realidad de muchas comunidades vulnerables en Venezuela que enfrentan la falta de acceso a servicios básicos esenciales. La sequía y la falta de agua potable han generado graves consecuencias para la salud de la población, especialmente los niños, que sufren enfermedades y malestares debido al consumo de agua no apta. A pesar de los anuncios y promesas de soluciones, la falta de mantenimiento y la falta de inversión en infraestructuras adecuadas han dejado a estas comunidades en un estado de total abandono. Es urgente que las autoridades tomen medidas concretas y efectivas para garantizar el acceso a agua potable segura y asequible, y así aliviar el sufrimiento de las comunidades afectadas.