En la avenida Aranzazu de Valencia, se produjo un grave accidente entre una motocicleta y un vehículo, dejando como resultado una víctima mortal y otro herido de gravedad. El trágico incidente ocurrió en horas de la noche y los involucrados fueron trasladados a la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET) para recibir atención médica. En este artículo, se presenta el desarrollo de los hechos y la situación de los afectados.
El accidente tuvo lugar alrededor de las 10:00 p.m. del martes en la avenida Aranzazu, cerca del Palacio de Justicia. Una pareja de motorizados resultó gravemente herida como consecuencia de la colisión entre la motocicleta en la que se desplazaban y un vehículo. Ambos fueron trasladados a la Ciudad Hospitalaria Dr. Enrique Tejera (CHET), donde uno de ellos, identificado como Yorman Daniel Gómez Bracho, de 20 años, lamentablemente falleció aproximadamente a las 4:00 a.m. luego de varias horas de agonía. Por su parte, su acompañante se encuentra en delicado estado de salud en la Unidad de Cuidados Intensivos del centro asistencial.
Se ha informado que el conductor del vehículo involucrado en el accidente se encuentra retenido mientras se llevan a cabo las investigaciones correspondientes para esclarecer lo sucedido y determinar las responsabilidades.
Yorman Daniel Gómez Bracho era estudiante de ingeniería mecánica y residía en la urbanización Buenaventura, ubicada en el sector Paraparal del municipio Los Guayos. La comunidad universitaria y sus seres queridos lamentan profundamente su partida.
En otro hecho vial, se reportó un incidente en el distribuidor Naguanagua en el que un motorizado identificado como Ramón Pérez resultó lesionado al caer de su motocicleta. Fue atendido por los Bomberos de la Universidad de Carabobo y trasladado a un centro asistencial debido a los múltiples traumatismos sufridos.
Estos lamentables accidentes viales en Valencia han dejado una víctima mortal y otro herido de gravedad, generando dolor y preocupación en la comunidad. Es necesario que se refuercen las medidas de seguridad y se promueva la prudencia en el uso de las vías para evitar más tragedias como estas. La responsabilidad compartida entre conductores y motorizados es fundamental para garantizar la integridad y el bienestar de todos los usuarios de las calles y carreteras.