La institución del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) se vistió de luto con la trágica noticia de los asesinatos de tres de sus detectives en diferentes momentos y lugares. Estos hechos violentos han generado conmoción y dolor en toda la institución a nivel nacional.
El primero de los sucesos tuvo lugar en la mañana del viernes 14 de julio, cuando el detective Emilio Frank González fue mortalmente herido a balazos durante una comisión en La Concepción, municipio Jesús Enrique Lossada. Fue interceptado por varios antisociales que dispararon sin mediar palabras, causando la muerte de González y dejando a otro compañero herido. En el enfrentamiento, uno de los delincuentes también perdió la vida.
Horas después, se dio a conocer el asesinato de otro detective, Rafael Arias Torres, junto a su padre en la finca donde trabajaban, ubicada en el sector La Lajita del municipio Ortiz, estado Guárico. Los criminales, al percatarse de que Arias era policía, decidieron secuestrarlos y llevarlos a una carretera donde les quitaron la vida.
El sábado 15 de julio, en La Dolorita, el detective Ángel Ramírez, de 25 años, fue sometido y asesinado por varios delincuentes que habían amenazado su vida al enterarse de su condición de funcionario del CICPC.
Los trágicos asesinatos de los tres detectives del CICPC han generado un profundo dolor en toda la institución. El comisario Douglas Rico, director del CICPC, ha prometido dar respuestas ante estos actos de violencia. Estos hechos lamentables son un recordatorio de los riesgos que enfrentan los funcionarios encargados de la seguridad y la justicia en su labor diaria. Es necesario redoblar los esfuerzos para combatir la delincuencia y garantizar la protección de quienes trabajan en la lucha contra el crimen. La justicia y la seguridad deben prevalecer para honrar la memoria de los detectives caídos.
