La vacunación contra la fiebre aftosa es esencial para garantizar la salud y la productividad del ganado. Sin embargo, recientes datos divulgados por los productores a través de las redes sociales revelan una preocupante situación en Venezuela.
Apenas el 32% del rebaño, aproximadamente 12 millones de cabezas de ganado, han sido vacunados contra la aftosa, según el Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (Insai).
La baja tasa de vacunación contra la fiebre aftosa en Venezuela ha generado preocupación en el sector ganadero. Según el Insai, se estima que solo el 32% del ganado venezolano ha sido vacunado, lo cual representa un número insuficiente para garantizar la salud y la calidad de la producción ganadera.
El cuadro del Insai revela datos por estado, destacando que en Barinas, el estado con mayor cantidad de productores censados, se aplicaron 703.841 dosis de vacuna contra la aftosa. Le sigue Apure, con 632.033 vacunas aplicadas, y en Portuguesa se administraron 228.015 dosis. Estas cifras reflejan el esfuerzo de los productores por inmunizar al ganado, pero también ponen de manifiesto la necesidad de aumentar la cobertura de vacunación en todo el país.
La Federación de Ganaderos de Venezuela (Fedenaga) ha resaltado la importancia de implementar un programa sanitario completo que certifique a la ganadería venezolana como libre de fiebre aftosa. Esto permitiría no solo comerciar con países que no tienen restricciones sanitarias, sino también expandir las oportunidades de exportación a otras naciones.
Es fundamental contar con el respaldo y el compromiso de los entes encargados para promover la sanidad animal y garantizar la calidad de los productos y subproductos ganaderos.
La baja tasa de vacunación contra la fiebre aftosa en el ganado venezolano es motivo de preocupación para el sector ganadero. Aunque se reconoce el esfuerzo de los productores por inmunizar al ganado, es necesario implementar un programa sanitario integral que permita certificar a la ganadería venezolana como libre de esta enfermedad.
Esto no solo fortalecerá la salud animal, sino que también abrirá nuevas oportunidades comerciales en el mercado internacional. Es fundamental que los entes encargados trabajen de la mano con los productores para garantizar la implementación efectiva de programas de vacunación y promover la sanidad en el sector ganadero.