Un nuevo caso de femicidio ha conmocionado a la comunidad en Miranda. Adianez Oriana Pavone Urbina, de 20 años, fue asesinada por su pareja, Lermis Argenis Toro Castillo, un funcionario del Cicpc. El trágico suceso ocurrió tras una discusión en la que la joven intentaba poner fin a la relación debido a los malos tratos y amenazas por parte de su concubino.
La relación entre Oriana y Lermis comenzó hace cuatro meses cuando se conocieron a través de Facebook. La joven se mudó a la casa del funcionario en Palo Verde, donde comenzó a trabajar en la panadería de la madre de crianza de Toro Castillo.
El viernes 14 de julio, Oriana llamó a su madre para pedirle un pago móvil y planear su regreso definitivo a su hogar debido a los malos tratos y abusos que sufría por parte de su concubino. Sin embargo, la plataforma bancaria estaba caída y no pudo concretar la operación.
Esa misma noche, en medio de una discusión, la pareja se encerró en su habitación y se escuchó un disparo. Lermis alegó que el tiro fue accidental y llamó a compañeros de trabajo para realizar el levantamiento del cadáver, alegando que fue un accidente.
Familiares de Oriana aseguran que en el último mes la joven les confesó que se arrepentía de la relación y que su novio era celoso y controlador. Además, encontraron su tarjeta bancaria rota, lo que indica que Lermis no la dejaba sacar dinero para movilizarse.
Tras el femicidio, Lermis Argenis Toro Castillo fue detenido y permanece recluido en la sede principal del organismo judicial. El caso ha sido registrado con la nomenclatura k-23-0058-01361.
El femicidio de Adianez Oriana Pavone Urbina ha dejado una dolorosa huella en la comunidad. Su trágico final pone de manifiesto la importancia de abordar la violencia de género y controlar el acceso a armas de fuego. Es fundamental que la sociedad continúe luchando contra el machismo y la violencia en las relaciones, para evitar que más vidas se pierdan de esta manera.