El estrés y la dificultad que conlleva la migración quedaron momentáneamente de lado en Ciudad Juárez, donde se llevó a cabo la Copa América Migrante. Migrantes de diversas nacionalidades, entre ellos venezolanos, colombianos, cubanos, salvadoreños, guatemaltecos, hondureños, peruanos y mexicanos, se unieron para competir en un torneo de fútbol que les permitió alejarse de las dificultades diarias y celebrar el deporte que tanto aman.
El objetivo de la Copa América Migrante fue promover la unión y el espíritu de equipo entre los migrantes que se encuentran varados en Ciudad Juárez debido a situaciones de tráfico y flujo migratorio. A pesar de sus diferentes nacionalidades y orígenes, los participantes destacaron la importancia de trabajar en equipo y apoyarse mutuamente para superar cualquier dificultad.
Durante el torneo, se vivieron momentos emotivos cuando los himnos nacionales fueron entonados a capela antes de cada partido. Los migrantes mostraron su orgullo por representar a sus países en la competencia y demostraron que el fútbol es una poderosa forma de conectar con su identidad y cultura de origen.
El equipo de Venezuela se destacó durante el torneo y logró llegar a la final contra Guatemala. Después de un emocionante partido que terminó en empate 0-0 en tiempo regular, Venezuela triunfó sobre Guatemala en la tanda de penales con un resultado de 3-0, coronándose como campeones de la Copa América Migrante.
El ambiente durante los partidos estuvo cargado de emociones, donde no solo se celebraron los goles, sino también se apoyó y animó a los jugadores en momentos difíciles. Además, se vivieron rivalidades futbolísticas amistosas entre los distintos equipos, y se manifestaron expresiones de rechazo hacia el gobierno actual de Venezuela por parte de algunos espectadores.
La Copa América Migrante demostró que el fútbol tiene la capacidad de unir a personas de diferentes nacionalidades y contextos en un ambiente de camaradería y respeto. Durante ese día, los migrantes pudieron olvidar por un momento las dificultades que enfrentan y disfrutar de la pasión y la emoción que este deporte les brinda.
La Copa América Migrante en Ciudad Juárez se convirtió en un evento especial que permitió a los migrantes, procedentes de diversos países, unirse en torno al fútbol y experimentar un día de compañerismo y pasión por el deporte. El torneo demostró que el fútbol va más allá de las fronteras y es una poderosa herramienta para promover la unión entre personas de diferentes nacionalidades y culturas. A pesar de las dificultades y el estrés que enfrentan debido a la migración, el torneo les brindó un respiro y un motivo de celebración, demostrando que el deporte puede ser un catalizador para superar las adversidades y encontrar un sentido de comunidad y pertenencia en un lugar lejano de sus hogares.