A pesar de los 90 días de plazo otorgados por el presidente Nicolás Maduro para resolver los problemas en el servicio de gas en Venezuela, el país sigue lidiando con la intermitencia en el suministro de gas para uso doméstico. Aunque Venezuela es conocida por tener la octava reserva gasífera más grande del mundo, varias regiones del país aún enfrentan dificultades en este ámbito.
La Promesa Incumplida
A principios de mayo, el presidente Maduro anunció la necesidad de resolver las deficiencias en el suministro de gas en estados como Yaracuy, Táchira, Carabobo, Barinas, Aragua, Bolívar y Trujillo. A pesar de su promesa y los 90 días de plazo otorgados, el suministro de gas sigue siendo un desafío en estas regiones.
Monitoreo Permanente
El Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP) ha estado monitoreando la situación y ha reportado que, incluso en agosto de 2023, el servicio de gas doméstico sigue siendo deficiente en las regiones mencionadas. Esto refleja que los problemas persisten a pesar del plazo establecido por el Ejecutivo para resolverlos.
Esperas Prolongadas
El Monitor de Servicios Básicos del Observatorio de Gasto Público de la ONG Cedice Libertad ha indicado que los tiempos de espera para recargar las bombonas de gas son prolongados. En zonas urbanas, la espera puede ser de hasta dos semanas, mientras que en áreas rurales puede llegar a ser de tres a cinco semanas. Esta situación ha llevado a los ciudadanos a dosificar el recurso o buscar alternativas.
Impacto en la Comunidad
La situación afecta a diferentes sectores de la sociedad. Por ejemplo, en San Blas, un sector de Petare, uno de los comedores sociales ha enfrentado problemas debido a la falta de gas. Para asegurar la continuidad del servicio, han tenido que recurrir al mercado negro, lo que incrementa los costos.
Incertidumbre y Desafíos
Una encuesta realizada reveló que el 60% de los venezolanos considera que el proceso de llenado de bombonas es “inestable e incierto”. Además, el 65% ha optado por pagar tarifas extras para tener prioridad en el suministro. Aunque ha habido ciertas mejoras, como un aumento en la frecuencia de recargas en algunas zonas, aún persisten desafíos significativos.
La persistente crisis en el suministro de gas en Venezuela subraya la importancia de abordar las deficiencias en los servicios básicos de manera efectiva. Es esencial que el gobierno y las autoridades se enfoquen en diagnósticos precisos, inversiones adecuadas y revisiones en el esquema de tarifas para garantizar que los ciudadanos tengan acceso a servicios esenciales de manera constante y confiable.
El potencial gasífero de Venezuela no debe quedar en vano; es necesario tomar medidas concretas para mejorar la vida de la población y resolver esta problemática persistente.