Un reciente informe del Centro de Derechos Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (CDH-Ucab) de Caracas destaca que los adultos mayores que emigran de Venezuela se enfrentan a una situación de invisibilidad en los países que los acogen. Este grupo, conformado por personas mayores de 60 años, constituye una parte pequeña de los más de 7,3 millones de migrantes venezolanos y, lamentablemente, es un sector que a menudo no se refleja en las estadísticas oficiales de los países receptores.
Condiciones Precarias y Desafíos de Salud
El informe subraya que muchos de los adultos mayores migrantes llegan a los países receptores en condiciones extremadamente precarias, con problemas de desnutrición y enfermedades no tratadas, incluyendo aquellas de alto costo. Además, aquellos que trabajan en el sector informal carecen de acceso a sistemas de seguridad social y de salud, lo que agrava su situación económica.
Impacto Emocional y Social
La investigación señala que estos adultos mayores se ven obligados a empezar de nuevo en un entorno desconocido, en el que no están familiarizados con las normas y dinámicas sociales locales. Esto supone una carga emocional significativa, ya que deben reanudar sus vidas cuando esperaban disfrutar de su jubilación y descanso.
Perfiles Variados de los Mayores que Emigran
El perfil de los adultos mayores que optan por migrar desde Venezuela es diverso e incluye profesionales, extranjeros en busca de mejores oportunidades en sus países de origen, así como venezolanos que eligen dejar su país de manera definitiva. La crítica situación en Venezuela ha sido un factor determinante en la decisión de estas personas de migrar.
Estadísticas de Adultos Mayores Migrantes
El informe presenta datos sobre la cantidad de adultos mayores que han emigrado de Venezuela y se encuentran en otros países. Por ejemplo, se destaca que en 2019, Chile registró 15.175 adultos mayores migrantes venezolanos. En Colombia, el pre-registro para el Estatuto Temporal de Protección incluye a 71.492 personas mayores de 60 años, lo que representa el 2,9% del total de inscritos en este programa.
El informe del CDH-Ucab plantea una serie de recomendaciones fundamentales tanto para el gobierno de Venezuela como para los países receptores. Es crucial que el gobierno venezolano restaure el sistema de pensiones y jubilaciones, extendiéndolo a quienes han migrado, y cumpla con los compromisos internacionales en esta materia. Asimismo, se insta a los países receptores a recopilar información detallada sobre la población de adultos mayores migrantes y a implementar políticas públicas diferenciadas que atiendan sus necesidades específicas. Además, se sugiere llevar a cabo jornadas especiales de regularización y registro en el sistema de seguridad social. Estas medidas son esenciales para brindar una atención adecuada y mejorar la calidad de vida de los adultos mayores migrantes venezolanos.