Adaptarse a la dolarización no ha sido sencillo para los venezolanos. La incertidumbre sobre el aumento constante de los productos que llenan sus carritos de compra cada semana ha dejado una marca. La disminución en el poder adquisitivo es una realidad que no se puede negar, y la capacidad de estirar los 30 o 40 dólares enviados desde el extranjero para comprar alimentos es un desafío cotidiano. En un escenario donde las pensiones, bonos y salarios de los trabajadores apenas alcanzan para subsistir, la compra se vuelve un acto de equilibrio, eligiendo cuidadosamente entre lo esencial y lo que se puede prescindir.
Variación de Precios en Dólares
Para muchos, este fenómeno es catalogado como inflación en dólares, mientras que expertos preferirían denominarlo un rezago de precios o incluso especulación. Sin importar la etiqueta, la realidad es innegable: el poder de compra de los venezolanos se desvanece día a día. Ejemplos como los combos de carne que antes costaban menos de 10 dólares y hoy superan los 15, o la harina de maíz que ha visto aumentos significativos, resaltan la preocupante variación de precios.
Datos y Estadísticas
Según Ecoanalítica, en los últimos 4 años, la inflación en dólares ha alcanzado el 450 %. Es decir, lo que costaba 100 dólares en enero de 2019, ahora requiere 400 dólares. Estas cifras son confirmadas por el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), que reporta que la canasta alimentaria alcanzó los 491 dólares en agosto de 2023, habiendo descendido desde su punto máximo en abril, cuando llegó a 526,27 dólares.
El Debate Técnico: ¿Inflación o Devaluación?
El economista Daniel Lahoud sostiene que la inflación en dólares es inexistente, ya que este fenómeno se limita a Estados Unidos, país emisor de la moneda. Según Lahoud, la emisión de bolívares por parte del gobierno para pagar pensiones y bonos es la causa del aumento de precios, ya que esta devaluación de la moneda nacional se traduce en alzas constantes. A medida que el bolívar se devalúa siguiendo el tipo de cambio del mercado, los precios aumentan, dejando a la población luchando por mantener su poder adquisitivo.
La situación económica en Venezuela es compleja y desafiante, especialmente para los ciudadanos. Ante la falta de perspectivas de incrementos salariales, la capacidad de consumo se erosionará aún más. Esto plantea la posibilidad de que los precios en dólares se mantengan estables o incluso disminuyan, al menos en lo que respecta a los alimentos. En este contexto, la prudencia financiera y la toma de decisiones conscientes al hacer compras se convierten en imperativos para sobrevivir en un mercado en constante cambio y adaptarse a una realidad económica desafiante.