A pesar del anuncio de la reanudación de vuelos de deportación por parte de Estados Unidos para migrantes venezolanos, el flujo de personas a través de la selva del Darién, que sirve de frontera entre Panamá y Colombia, continúa sin cesar. En 2023, más de 424,000 individuos han cruzado esta inhóspita región, de los cuales el 63.9 % son venezolanos, según información proporcionada por una funcionaria panameña. Esta situación plantea desafíos humanitarios y regionales que requieren una respuesta basada en la corresponsabilidad de los países involucrados.
Acuerdo de deportación entre EE. UU. y Venezuela:
Recientemente, los Gobiernos de Estados Unidos y Venezuela acordaron deportar a migrantes venezolanos a su país de origen, a pesar de la ruptura de relaciones diplomáticas en 2019. Aunque esta medida representa un cambio en la política migratoria, no ha disminuido la afluencia de personas que continúan cruzando la selva del Darién.
Aumento sin precedentes de migrantes:
Las estadísticas del Servicio Nacional de Migración indican que desde enero de 2023 hasta la fecha, más de 424,661 individuos han atravesado el Darién, una cifra sin precedentes. De estos, 271,481 son venezolanos. Entre los migrantes se encuentran familias enteras que han abandonado Venezuela años atrás y han emprendido su travesía hacia Estados Unidos desde otros países.
Un desafío humanitario que demanda corresponsabilidad:
La subdirectora del Servicio Nacional de Migración de Panamá, María Isabel Saravia, describe esta migración masiva como un “drama humano que nos compromete a todos”. Panamá defiende la necesidad de que la respuesta a este fenómeno se base en la corresponsabilidad de los países de origen, tránsito, destino y, en algunos casos, de retorno de los migrantes. La situación es cada vez más compleja debido a la diversidad de nacionalidades de los migrantes, donde más del 95 % tiene como destino final Estados Unidos.
Los desafíos del Darién y las redes de tráfico de personas:
El Darién es un parque nacional de Panamá que sirve como frontera natural con Colombia y es atravesado por migrantes, a pesar de sus peligros naturales y la presencia de criminales involucrados en redes de tráfico de personas. Este corredor representa una ruta peligrosa y desafiante, pero sigue siendo una opción para miles de migrantes en busca de mejores condiciones de vida.
Cumbre regional sobre migración:
Ante el flujo sin precedentes de migrantes en la región, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció una cumbre sobre migración que se celebrará el 22 de octubre con la participación de mandatarios de 11 países de Latinoamérica, incluido Panamá. López Obrador estimó que hasta 6,000 migrantes llegan diariamente a la frontera de México con Centroamérica, lo que subraya la magnitud de este desafío regional.
El flujo constante de migrantes venezolanos a través del Darién, a pesar de las deportaciones anunciadas por Estados Unidos, representa un desafío humanitario que exige una respuesta conjunta y coordinada de los países involucrados. La cumbre regional sobre migración es un paso positivo en esta dirección, y es fundamental que los líderes regionales se comprometan a abordar este problema de manera efectiva. La protección de los derechos humanos y la seguridad de las personas desplazadas deben ser una prioridad en este proceso, y es esencial encontrar soluciones que aborden las causas fundamentales de la migración y brinden oportunidades de vida digna a quienes la buscan.
